Andrés Montes ha muerto, no es ninguna noticia nueva que ese periodista tan bajito, siempre rodeado de jugadores de baloncesto gigantescos como Iturriaga, Calderón o Epi, nos dejó la semana pasada, e incluso puede que Meph crea que le copio la entrada, pero la verdad es que tenía que homenajearlo por mí mismo.
Andrés, periodista enamorado de mi ciudad, era esa voz tan intrigante que veía de adolescente en los partidos de la NBA en el plus, gritando cosas como ¡Jugón! o poniendo apodos: Aerolíneas Jordan, Tim Siglo XXI Duncan, o el que dedicó a Shaq en su estancia en Los Ángeles: Artículo 34 de la ley de Los Ángeles: Hago lo que quiero, como quiero y cuando me da la gana. Su forma de comentar, enérgica e imparable, tuvo sus quejas en el mundo del futbol, pero convertía cada partido de baloncesto en una experiencia no apta para cardíacos, lo cual no deja de ser en cierto modo, irónico, ya que nuestro amigo Andrés padecía este tipo de dolencias, que son las que nos lo arrebataron con tan solo 53 años.
Lo que si es más cierto que nunca, es que este hombre se ha ido por todo lo alto, tras comentar y animarnos la primera victoria en el Eurobasket de España.
Este hombre no solo merece un homenaje, ni dos, sino uno por cada persona que disfrutó con una de sus retransmisiones. Sus frases, al menos, quedarán grabadas en la mente de todos nosotros y no dejarán que su recuerdo muera.
Dep Montes, un gran maestro para un futuro periodista, se dedique o no a los deportes.
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Este hombre no solo merece un homenaje, ni dos, sino uno por cada persona que disfrutó con una de sus retransmisiones. Sus frases, al menos, quedarán grabadas en la mente de todos nosotros y no dejarán que su recuerdo muera.
Dep Montes, un gran maestro para un futuro periodista, se dedique o no a los deportes.
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