Breves


martes, 24 de enero de 2012

Lo que pasa en Alcorcón, se queda en Alcorcón

No sé si estaréis informados de esta noticia: Aguirre y Ana Botella acuerdan impulsar el proyecto de un macrocomplejo de juego.

Pues si: La alcaldesa por méritos matrimoniales y la lideresa por ovarios descomunales aúnan sus esfuerzos en el progreso económico de la comunidad de Madrid y su núcleo urbano en general, en un proyecto único en España, con el nombre provisional de "Eurovegas", que supone una inversión de 17.000 millones de euros y la creación de 261.000 empleos. Todo esto en una ubicación castiza y nuestra: Se duda entre Alcorcón y Valdebebas.

Cojonudo, ¿no?

El problema es que nuestro amigo el inversor y magnate Sheldon Adelson tiene unas pequeñísimas condiciones. Condiciones que suponen modificaciones legales.
Empezando por la modificación del plan general de ordenación urbanística para liberalizar unos 6.000.000 de metritos cuadrados de nada. Seis casinos, doce complejos hoteleros, diez teatros y tres campos de golf. Poquita cosa...

Luego está el tema de la contratación, ya que les gustaría flexibilizar un poco, y como no, la extranjería. No por que vayan a llenar los puestos poco importantes y poco visibles, como cocinas, lavandería y demás de mano de obra barata inmigrante, sino probablemente para contratar a gestores y gente que forme a los trabajadores de los casinos. Claaaaaaaro.

También infraestructura, claro: Carretera, metro, cercanías y Ave. ¿Ave? ¡Ave César! ¿Cuádrigas no? ¿Helicópteros? En vez de carril bus, que pongan "Carril Rolls".

Y volvemos a los cambios legales: Cambios en la ley del juego de Madrid para hacer grandes transacciones, y ahora llega lo bonito: Exenciones fiscales. Nada de pagar impuesto de la renta ni de bienes inmuebles y dada su extraordinaria capacidad para crear empleo, medidas preferentes, como subvenciones públicas y una exención fiscal de 10 años.

Es decir... Querrás que te demos el terreno, te montarás uno de los negocios más rentables que hay, acapararás el turismo ludópata de media Europa y gran parte del norte de áfrica y aún encima quieres que te recibamos como si fueras un jeque árabe. Mire, señor Adelson... Hijo de puta. A los Jeques se les hacen la pelota porque vienen aquí a dejarse pelas, no a llevárselas. Y aún encima no tienen los santos cojones de, vendiendo humo, espejos, juegos, e imitadores de Elvis, reclamar todas esas putas subvenciones.

Como se carguen la sanidad para financiar un puto casino, es que, claramente... Tenemos que matarlos. Los políticos que los sustituyan no serán mejores, pero estarán advertidos. Si creéis que exagero, acabo de encontrar una lista completa de sus condiciones.


Si aceptamos esto, ya habremos roto el último resquicio de dignidad restante. No seríamos una república, pero sí una Monarquía Parlamentaria Bananera.


Tengo la seria esperanza de que no sea así... Pero claro: No debí haber usado esa palabra: "Esperanza"...


Crom nos valga, gente...

Semper fi.


Ukio

lunes, 16 de enero de 2012

Ha muerto Fraga.




Manuel Fraga Iribarne, hombre tranquilo hasta que se le encuentra, tan famoso por sus exabruptos como por su inteligencia y su capacidad para retener el liderazgo más allá de su resistencia física.


Durante mis primeros años de carrera, siendo una persona de izquierdas y con una clara conciencia política, unida al idealismo de los 19, 20 años, Fraga era "el cabrón". "El hijo de puta" que tenía mayoría absoluta en la Xunta de Galicia, y que hacía que fuésemos una comunidad autónoma de derechas, dentro de un país de derechas. Nunca conocí demasiado de su política, más allá de sus conocidísimas "merendiñas", a las que se llevaba a los viejos para ganar votantes: Empanada, vino barato y música de gaitas, pagada con el dinero público. También era el hombre por el que votaba gente que llevaba años muerta, y el hombre que fletaba autobuses en las residencias de ancianos para obtener los votos de estos viejunos, a los que ya daban el sobre con la papeleta dentro. Algunos supongo que estarían tan gagá que ni se darían cuenta de lo que hacían.


Sin embargo, el 2005 fue el año, y Manuel Fraga ganó las elecciones, pero no obtuvo mayoría absoluta, llegando el momento del bipartito de izquierdas entre Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana.

Fraga recogió sus cosas, y se fue al senado entonces. Y fuera de su poltrona de "el cabrón", reanalizamos su persona. Y entonces vemos, no sin cierta admiración al experto en derecho, al hombre de la transición, icono de la derecha que votó a favor del cambio de este país hacia una democracia. De gritar "la calle es mía", a reconocer el derecho de los ciudadanos a expresarse en las urnas. Un vistazo a la wikipedia acerca de su época en el senado es brutalmente reveladora acerca de como un político franquista pasó a ser la voz de la moderación y el progreso en un partido de derechas, con figuras que son un ejemplo de... Iba a decir actitud retrógrada, pero creo que mejor diré SER UN PUTO SUBNORMAL DE MIERDA. Veamos por ejemplo a Mayor Oreja, a nuestro actual ministro de interior, que va a pontificar cristianamente cada vez que carguen los antidisturbios, y a la alcaldesa de Madrid, o ese cabrón de marido que tiene que cobra un salariazo de expresidente, vende secretos de estado a Endesa y aún encima iba durante la época socialista, poniendo al país a caer de un burro por el mundo adelante.

A lo que íbamos. En su década de los ochenta años, seguía entregado a la escritura de ensayos políticos, publicando dos desde después de su retiro al frente de la Xunta: Final en Fisterra y Sociedad y Valores.

Pudo llevar a cabo la transición, pero no el Prestige. Es un cabrón con sus puntos de totalitario, pero lo cambio sin mirar por Mariano y cualquiera de sus sicofantes.
No sé que prefiero: el PP de fascistas totalitarios o el de liberales corruptos.


Era un cabrón, pero era un cabrón inteligente, preparado y con un conocimiento enciclopédico de la ley y la política. Es el oponente que ha hecho crecer a políticos como Beiras. Si alguien ha de ser medido por la fuerza de sus enemigos, su muerte ha hecho a la izquierda más débil.


Semper fi, cabrón. Dentro de lo malo...


Ukio