Breves


miércoles, 1 de octubre de 2008

El rápido.

Como era de esperar la vida sigue su curso, y la muerte es parte de este. Hay quien dice que ni siquiera es un final, sino un nuevo principio. Yo no lo se, pero quien lo sabe desde este sábado, es Paul Newman.
Ya escribí sobre él hace unas cuantas semanas, tan pronto como supe de su cancer terminal. Sin embargo, ahora se ha ido, como tantos otros grandes actores que encontraron su fin (algunos prematuro, como Heath Ledger) este año. Aparte del ya mencionado actor australiano que conocí en la película "10 razones para odiarte", donde interpretó a ese macarra que yo quería llegar a ser, aunque sin ese fondo romántico, murieron también Charlton Heston (le den por culo a la NRA, yo siempre me acordaré de Taylor maldiciendo a las guerras y las bombas en "El planeta de los simios"), Roy Scheider (Protagonista de Tiburón, entre otras), y seguro que hay uno al que estoy olvidando, tengo esa incómoda sensación.


Hoy retomaré la olvidada y querida por mí etiqueta de "Bastardos", y os hablaré de "Fast" Eddie Felson, personaje que fue interpretado en dos ocasiones por Paul Newman: La primera en 1961, bajo la dirección de Robert Rossen. En español salió como "El Buscavidas" aunque su título original es "The Hustler" (se le hace homenaje en la camiseta que lleva el protagonista en la partida final de "Última Jugada"). En ella, Eddie Felson es un joven e invencible jugador de billar, testarudo y pendenciero que busca la gloria y la quiere ya. Ello le lleva a enfrentarse en una partida que dura toda una noche contra Minnesota Fats, interpretado por Jacky Gleason. A lo largo de la historia se enamorará de Sarah Packard (Piper Laurie) y se aliará con un jugador de poca ortodoxia moral llamado Bert Gordon, interpretado por George C. Scott.




La peli es una joya, en blanco y negro. La vi porque había visto "El color del dinero" y quería más billar.

En esta segunda peli, dirigida por Scorsesse, Eddie Felson es viejo y se gana la vida suministrando licores a diversos locales, hasta que en uno conoce a un joven y prometedor jugador de billar, llamado Vincent Lauria (Tom Cruise. Si, lo se, la peli no es perfecta), y a su novia Carmen (Mary Elisabeth Mastrantonio). Felson se aliará con ambos para ir timando a la gente, perdiendo partidas y subiendo apuestas antes de empezar a romper y ganar todo el dinero posible, pero Vincent es impulsivo y testarudo: Él no sabe perder para ganar dinero. Él solo sabe ganar partidas, una y otra vez, cosa que frustra a Eddie, ya que intimida a los jugadores acaudalados, con lo que se quedan sin chollo.
Esta película tiene dos grandes puntos a mayores, que son una banda sonora de lujo, y una buena selección de secundarios, de entre los que destaco a John Turturro y a Forest Withaker. Incluso hay un cameo de Iggy Pop.




Puede que estas no sean mis películas favoritas de este actor, pero si es el personaje favorito de todos los que ha interpretado, así como uno de los más característicos. Sin embargo, el mejor momento de cine que le recuerdo es en Camino a la perdición, de Sam Mendes, cuando dice a Tom Hanks "Hay una cosa cierta, y es que ninguno de nosotros verá nunca el Cielo", a lo que Hanks responde "Mi hijo si".




Asi que adiós... Semper fi, Paul.


Semper fi, gente...


Ukio

2 comentarios:

Unknown dijo...

Un nuevo principio donde te conviertes es la base de la vida. Es poético salvo por el detalle de la descomposición los gases y los gusanillos.

Lo bueno de los actores buenos, lo siento Tom, es que aun muertos se puede volver a ver sus películas. Tom, no, e dicho buenos, no insistas.

Unknown dijo...

Esta bien Tom, eres magnifico, ahora por favor, vuelve a respirar... estas lila...