La puta reina...
La más suprema de las monarquías del Rock'n'Roll británico amaneció en 1973, y en ella aún no se ha puesto el sol.
Farookh Bulsara, nació en la isla africana de Tanzania (actual Zanzibar) e hijo de Bomi y Jer Bulsara, persas (actual Iran) y funcionarios del imperio británico (que por aquel entonces algo le quedaba de imperio). Creció en un colegio de Panchgani, en la India, para acabar viviendo en Londres. Era seguidor de un grupo pequeño, formado por Tim Staffel, Roger Taylor y Brian May, que por suerte o desgracia, no acabó triunfando, de modo que se disolvió al igual que lo hizo Wreckage, el grupo del propio Farookh, al que llamaban amistosamente Freddie.
Tras varios bajistas, John Deacon llega al conjunto, un grupo del que realmente tenía pocas esperanzas, tras haber visto un espectáculo bastante anodino en el Marquee.
Paradójicamente, la primera grabación con la voz de Freddie es un single para fans de músicos como Gary Glitter, titulado Larry Lurex, con dos canciones más bien simples: Goin' Back y I can hear music. Sin embargo, tras mucho esfuerzo y un contrato con Trident que los años convertirían en una miserable pesadilla, llegó Queen 1.
Disco de poca relevancia, con alguna que otra buena reseña pero poco más. Un par de canciones mencionables, como Keep Yourself Alive (que inundó de llamadas a la BBC cuando la pusieron), Liar o mi favorita: Great King Rat.
Su segundo disco, Queen II (que originales somos) traería nuevas bizarrías, experimentos con instrumentos y composiciones curiosas, pero todas ellas metidas en un extraño tipo de Rock. Algunas son especialmente remarcables y poco conocidas, como Some day one day, Nevermore, y sobre todo White Queen (as it began), junto a un tema fijo en muchos de sus conciertos, como ha sido Seven seas of Rhye.
En su tercer disco, Sheer Heart Attack, empieza realmente lo bueno. Queen se va acogiendo a un estilo propio y nunca visto, combinando el rock callejero de Roger Taylor en canciones como Tenement Funster con el glamour aristocrático de Freddie (que antes de su primer disco ya había adoptado el nombre de Mercury, en vista de que creía que Bulsara no era el nombre apropiado para alguien que pretendía revolucionar el Rock), visible en canciones como Killer Queen.
Este disco incluye además otra de sus piezas más históricas, como Brighton Rock (y ese solo que se ha tocado en cada concierto desde entonces), Now I'm Here, Sheer Heart Attack o una de las canciones con más caña de su historia: Stone Cold Crazy.
También pugnaban por abandonar a Trident, dejándoles algún que otro recadito con canciones como In the lap of the gods... Revisited
Nos gusta insultar y lo vamos a hacer a lo grande. Disco nuevo en el setenta y cinco, y con él su primer número 1: A Night at the Opera.
Una genialidad, se mire por donde se mire, con temazos de la altura de Death on two legs (dedicated to...), que es una puta retahila de insultos a la cara, The Prophet's Song, God Save the Queen o 39' cantada por Brian May y otro clásico de sus conciertos, junto al tema cantado por Roger Taylor I'm in love with my car. Sin embargo las dos canciones más grandes de este disco son, sin duda, Love of my life (cada vez que la tocan en directo el mundo se para) y por supuesto, la Rapsodia.
Bohemian Rhapsody era una canción que los directivos de Elektra y Emi no querían, especialmente porque nadie querría radiar una canción tan larga y extraña, pero Kenny Everett era amigo personal de Freddie, de modo que le prestaron una maqueta para su uso personal. En cuestión de horas, la maqueta había sonado en la radio y las llamadas sobrecargaban la emisora. ¿Que canción es? ¿De quien? ¿Donde puedo comprarla? Su puto primer número uno.
¿Cómo cojones compones una canción como Bohemian Rhapsody? Lo tiene todo. ¡Todo! Empieza suave, acelera, da caña, te cuenta una puta historia, una puta vida... Te habla del bien, del mal, de las buenas intenciones, de la perdición, la violencia, el puto infierno (Belzheebub is a devil put aside from me)... De la condenación y del resurgir. De la venganza. De la reafirmación personal, con ese "So you think you can love me and leave me to die"... Y de que la vida sigue, de cualquier modo que sople el viento, nada realmente importa.
Es un playback seguro en los conciertos, cuando aplican la parte operística por ser imposible de reproducir en vivo, pero es una sensación insuperable. En la gira con Paul Rodgers pusieron imágenes en video de Freddie, mientras dejaban sonando la canción, y casi me desplomo allí mismo. Llamadlo fanatismo, llamadlo plenitud...
Paul... No estás a la altura (como odio su arranque de protagonismo en el minuto 5. ¡No vales, cabrón!). En cuanto al genial vídeo de Freddie... ¿Que decir? Una imagen vale más que mil palabras, pero una canción como esta es capaz de evocar todas las imágenes del mundo.
Paradójicamente, uno de los discos de oro obtenidos por A Night at the Opera, se lo regalaron a Groucho Marx, el único de los Marx aún vivo por aquel entonces, y su siguiente disco también tendría que ver con los conocidos humoristas: Su título no es otro que A Day at the Races.
El disco es también de los rockeros, marcando una diferencia con su precursor, más flamante y operístico, más Mercury, en una palabra.
Elevados por su gran éxito, su siguiente disco también es otro referente histórico, y también copia el título a otra película de los Hermanos Marx: A day at the races.
El disco no tuvo el éxito de su predecesor, pero si tiene otras canciones históricas. La crítica lo consideró una vuelta al hard rock de sus orígenes. Son solo dos canciones las que pueden englobarse claramente en este estilo: Tie your mother down y White man. Sin embargo, muchas otras son dignas de mención, como la extraña Drowse, la balada You take my breath away (que con tanta pasión interpreta Freddie en solitario, con sus mallas de rombos blancos rojos y verdes en medio de la oscuridad del escenario de Earl's Court), o la conocidísima Somebody to love.
Queen finalmente se libera de Trident, y con ello pasará a recibir mejores contratos con EMI y Elektra. Su siguiente disco será duramente criticado por la prensa especializada (Mirror y el New Musical Express siempre han sido muy hostiles a la banda inglesa).
Sale News of the world. Un disco lleno de canciones bastante simples, de las que sacaré la honrosa excepción de My melancholy blues. Spread your wings suele acaparar bastante fama, pero la verdad es que no me gusta. Sin embargo, son dos canciones las que harán que este disco sea recordado por toda la eternidad: We will rock you y We are the champions.
Durante esta gira fue cuando se hizo la presentación del que sería su siguiente disco, Jazz, en un hotel de Nueva Orleans. La fiesta saltó su presupuesto, y lo que iban a ser cuatrocientos periodistas británicos invitados, acabó con una cantidad inmensa de gente extraña sacada de las calles. De esa fiesta han salido miles de anécdotas: Top models de ambos sexos luchando en vísceras de animales o bailando desnudos en jaulas que colgaban del techo, servicio de mamadas en el baño (también de ambos sexos), millones en presupuesto que acabaron por ignorarse cuando Freddie dijo "Let us live a little...". Los rumores llegan a contar que se acabó la farlopa y enviaron un jet privado a Colombia a por más. Llegó de vuelta antes de que la fiesta hubiese acabado.
Y el disco a presentar, es recordado como uno de los peores: Jazz. Sin embargo, durante muchos años fue mi favorito y para mí es de lo mejor.
Un disco extraño, con muchas canciones extrañas e increíbles: Mustapha es un himno a la bizarría, al igual que Bicycle Race. Esta última tiene historia, ya que para su video promocional pidieron fans para ir a participar desnudas en una carrera de bicis. No esperaban mucha concurrencia y se encontraron con que tuvieron que dejar a muchas chicas fuera. Las bicicletas eran alquiladas, pero como las mujeres iban desnudas, el grupo fue obligado a comprar sillines nuevos. ¡Centenares de sillines nuevos! Finalmente, la portada del single era un primer plano del precioso culo de la ganadora, que los conservadores yankies obligaron a cubrirlo con una braga mediante un burdo montaje. ¿Más canciones? Fat bottomed girls, o Let me entertain you son regresos al hard rock, junto con Dead on time. Esta tiene un punto genial: Acaba con un trueno, grabado por May, y en el libreto podréis ver en los agradecimientos la inscripción: Thunderbolt courtesy of God. Sin embargo, LA CANCIÓN de este disco no es otra que Don't stop me now.
Live Killers fue el siguiente disco, en directo. Si sois el tipo de gente que compra algún cd original de vez en cuando, esta es la opción: Un doble cd directo, genial, potente y lleno de bromas. Ahí podréis escuchar Brighton Rock, Bohemian Rhapsody, Tie your mother down y muchas otras, pero lo que realmente marca la diferencia es una versión guitarrera de We Will Rock You que abre el concierto.
Siguiente disco de estudio: Estamos en 1980 y los tiempos cambian. El nuevo disco tiene por único nombre The Game. En su portada veremos como el grupo ha ido adaptando su imagen al cambio de los tiempos, y solo Brian May conserva el pelo largo (que aún mantiene).
Es un disco que va abriendo paso al estilo que tendrá el grupo en esta nueva década. Prácticamente, no es difícil, tras escuchar el antes y el después, ver en este álbum un periodo de transición entre los glamurosos setenta y los enérgicos ochenta.
Este disco tiene varias canciones conocidas por los Greatest Hits de la banda, como Play the game o Crazy little thing called love. Sin embargo, mis favoritas son otras menos conocidas, como siempre: Dragon Attack y Rock it (prime jive). De todos modos, es imposible determinar la gran canción, entre la balada Save me y la funk Another one bites the dust.
En ese mismo año, Queen compuso por completo la banda sonora de la película Flash Gordon, inspirada en el comic del mismo nombre creado por Alex Raymond.
La productora de Dino de Laurentiis, dirigida por Mike Hodges. El disco es un disco extraño, con una mayoría de canciones instrumentales. La película no tuvo gran éxito, sin embargo, el tema principal, Flash, como el de los créditos, The Hero, son jodidamente épicos. Sobre todo la parte del puente de la primera.
Tras un disco alabado por la crítica, con una pequeña bizarría en medio, llega un nuevo patinazo. Queen intenta meter el pié en la música disco, que había muerto con la década anterior, y en 1982 saca el Hot Space.
La nueva imagen se establece: Freddie mantiene el bigote que pudimos ver en el disco anterior, propio de los ambientes gays aunque esconde su nueva tendencia con declaraciones como "I sleep with men, women, cats... Whatever!". Las funkadas del disco son bastante malas, y la verdad es que ninguna me gusta. Sin embargo, el disco entero queda compensado por una sola pieza: Una colaboración entre dos genios como pocas se han visto en la historia del rock, creando una canción espectacular. Queen y David Bowie se unieron para crear Under Pressure. La combinación de la grave voz de Bowie, junto a los agudos de Mercury crean una pieza extraña y a la vez genial.
Hot space practicamente los criminalizó a ojos de la crítica, con la excepción de Under pressure. No era el estilo ni el momento, de modo que todo quedó en un experimento por volver a lo mas alto por parte de un grupo de la década pasada. Eso decían... Pero no. En 1984, Queen volvió a lo más alto con uno de los mejores discos de toda su historia: The Works.
Bajo esta simple carátula viene la inmensa mayoría del greatest hits 2: It's a hard life, Hammer to fall, Radio Ga Ga o, como olvidarla: I want to break free. Son solo nueve canciones, pero realmente, el disco es sin duda de los indispensables de la banda. El disco fue el gran resurgir de Queen en los ochenta, y desde luego, tampoco estuvo exento de polémica. El videoclip de I want to break free trajo consigo negativas a su emisión, protestas o incómodas preguntas a Freddie acerca de si estaba saliendo del armario. La canción no la compuso él, sino John Deacon, casado desde la década anterior y padre de dos hijos. Como nota curiosa, os diré que existe una versión de Metrópolis, la mítica obra de Fritz Lang, cuya banda sonora ha sido sustituida por canciones de este disco.
Los ochenta siguen, y Queen saca un nuevo disco hecho para incendiar el panorama del rock mundial, y su título no puede ser más indicado: A kind of magic.
Para muchos, el que absolutamente merece ser reconocido como el mejor disco de todos. Queen sacó una auténtica obra maestra. Prácticamente todas las canciones fueron usadas en la banda sonora de la película de Russel Mulcahy: Los Inmortales (también recordada como la única peli buena de Christopher Lambert). El disco fue acogido entre felaciones por una crítica entregada. Fue recibido con entusiasmo por los fans, y es sin duda uno de sus discos con más éxito. Realmente cuesta decidir que canciones destacar de aquí, ya que este disco es casi la otra mitad del Greatest hits 2: A kind of magic, One vision, Gimme the prize, Friends will be friends, Princes of the universe o la solemne Who wants to live forever.
El siguiente disco será el directo Live magic, de la gira que concluirá en el mítico estadio de Wembley en el 86. Esta fue su última gira, desapareciendo hasta un nuevo cambio de imagen, al más puro estilo "crisis de los 40". Con The Miracle, Queen reaparecen más rockeros y marcando un nuevo cambio de época.
Otro de los discos que fueron "mi favorito", durante mi voluble adolescencia. The miracle contenía muchas de mis canciones favoritas, más rockeras y potentes. Más concisas. Se nota la mano de Roger Taylor, sin duda. Algunas de las más famosas no son siempre las mejores, o al menos no para mí. El ejemplo más claro es The invisible man. Sin embargo, otras de las conocidas son geniales, como The Miracle, Scandal o Breakthru. Y con todo eso, cualquiera que escuchase este disco cometería un error dejando de lado a Khashoggi's ship o Hang on in there. Deberíais escuchar seguidas Party y Khashoggi's ship, y veréis como las canciones están interconectadas (¿recordáis, de los dos primeros discos?). Party es fiestera (valga la rebuznancia), pero va decayendo, mientras que Khashoggi's es un rebote: Un acto de rebelión, quizás gritado por el propio Freddie para animarse: ¿Qué otro motivo puede haber para no hacer gira que el SIDA?
Y finalmente, llegó el último cambio de década de su historia como grupo completo: En 1991 sale Innuendo.
Un rápido vistazo a su libreto y veréis que evitan poner fotos de la banda sin modificar. Freddie se muere, y este disco huele a despedida. No es difícil ver esto en canciones como These are the days of our lives. Sin embargo, no es una despedida silenciosa: La reina siempre debe ser fiel a su propia majestuosidad, y esto queda patente en todo momento: Innuendo es un despliegue de genialidad. I'm going slightly mad es un toque de humor, a pesar de que fue un video horríblemente difícil por la ya muy avanzada enfermedad de Freddie. Bijou es una puta elegía, y el canto del cisne de este álbum es una de las canciones más conocidas, grandiosas y geniales de toda la historia del grupo: The show must go on. Dios salve a la reina.
Después de Freddie,Queen sacaron un disco con grabaciones inéditas: Made in Heaven, que fue una suerte de recuerdo póstumo.
Es claramente un disco de despedida: El Made in heaven contiene grabaciones antíguas, canciones que compusieron después de Innuendo, o algunas venidas de otros proyectos de los restantes miembros, como la conocida Heaven for everyone, que Roger compuso para su grupo: The Cross.
El disco contiene temas buenos, como Mother love, que contiene extractos de aquel lejano Larry Lurex, Too much love will kill you o Let me live, donde vemos ansias de vivir por encima de todo. A veces melancólicas, y otras veces, alegres. Sin embargo nada aparta la presencia de la terrible enfermedad que consumía a Freddie y su anhelo de ver un día una cura.
Una de las mejores canciones incluídas es I was born to love you, sacada del disco de Freddie en solitario Mr Bad Guy, del que también viene Made in Heaven. Quedaos con ese increíble solo de guitarra en I was born to love you.
Aún así, ese disco está incompleto, ya que todos sabemos que la historia, la verdadera historia, acabó un par de años antes: El 24 de Noviembre de 1991, Freddie cae ante una neumonía, combinada con el SIDA. Tenía cuarenta y cinco años. El rock nunca volvió a ser el mismo sin él. Donde quiera que estés, ojalá sepas lo que aún sigues significando para el mundo.
Hoy se cumplen dieciocho años desde que nos dejó. Si habéis llegado hasta aquí, hay dos cosas que se pueden decir de vosotros: La primera es que ahora sabéis algo más de música. La segunda es que no sois maricas de los de TLDR. Así que a vosotros, os pido un favor: Dadle al play a este último video, y tomad algo en honor del mejor cantante de Rock de la historia.
Por mi parte, me tenéis con un chupito de Stolichnaya elit alzado y listo para tan grandioso evento, y para recordar a un músico, un genio y, negarlo sería estúpido: Un amigo, cuya voz y música me ha acompañado durante catorce años de mi vida.
I consider it a challenge before the whole human race and I ain't gonna lose!
Semper fi, Freddie.
Y dos saludos más: Eric Carr, batera de Kiss, muerto el mismo día del mismo año.
Y alguien que hoy habría cumplido la edad de 67 años: Jimi Hendrix
Así que Semper fi, Eric, y por supuesto, Semper fi, Jimi. Gracias por todo.
Ukio
TODOS LOS SANTOS Nº1
Hace 3 semanas
3 comentarios:
Hasta siempre, Freddie, Jimmy y Eric. Seguid sonando allá donde estéis.
Astaroth
Aún recuerdo la carne de gallina en el concierto de Madrid al oir a Brian May gritar "¿Estais listos para gritar? ¿Estais listos para cantar? ¿Estais listos para que os oiga Freddie?" Buf...
El mejor cantante de la historia, no hay más. El día en que consiga el puto documental de "Freddie Mercury: The untold story" con subtítulos en español reventaré de gusto.
Dep, dios.
May God save the Queen. Y su repertorio de inolvidables canciones.
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