Breves


miércoles, 23 de septiembre de 2009

Rancio abolengo literario

Por el blog Frankenrol he llegado a través de otro, Es muy de cómic a la colúmna del crítico literario Vicente Molina Foix, quejándose de que la prensa cultural tenía más prisa por ensalzar los aniversarios de Asterix y Tintín antes que los de Lolita de Navokov, o la muerte de Boris Vian, por citar otros autores más de su gusto.

Arremetió también contra el cine de animación, y el premio que se da en España al mejor autor de comics del año, que recibieron Max y Paco Roca (leí su obra premiada, y la verdad es que está muy bien: Una historia sobre la tercera edad y el Alzheimer. Está en comic porque el autor lo quiso así, pero llega a publicarla como novela y gente como el propio Molina Foix estaría quedándose afónico gritando sus grandezas al mundo).
Habla del poco aprovechamiento, poca sensibilidad e infantilismo de estas historias, pero lo que no tiene en cuenta es que el señor Molina no tiene excesiva idea de comics. Supongo que para él Batman es un hombre que golpea malosos a ritmo de "Kapows" y "Smashs!" en lugar del vengador atormentado que nos mostró Frank Miller, o reducirá toda la historieta a la simpleza de Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape o los TBO. Supongo que este también es el tipo de ser que le compra videojuegos a sus hijos creyendo que "son un entretenimiento menor e infantil" y luego se encuentra con un Grand Theft Auto.

Evidentemente, muchos blogs han saltado a defender los cómics, enarbolando a Alan Moore o Paco Roca, pero yo, para variar, defenderé otra pieza que Molina ha atacado y de la que nadie ha dicho nada aún (que yo haya visto): El manga.

El manga también es fácil de criticar. Las historias que más repercusión tienen son el shonen o el shojo, manga para chicos (peleas, deportes, testosterona...) y para chicas (amoríos, enredos de comedia romántica, esas cosas, supongo) respectivamente (dudo que haya algún lector de este blog que no sepa ya eso).
No leo shojo, pero empezaré por defender el shonen diciendo que son historias orientadas. Dan lo que pretenden, y muchas de ellas, además, lo hacen magistralmente bien. Slam Dunk, un simple manga sobre baloncesto, me tuvo pasándo páginas hipnotizado por un balón que rodaba en el aro antes de entrar. Está increíblemente hecho, con un ritmo que sencillamente, atrapa.
Pero las obras a las que es realmente flagrante que este señor desprecie, son las de seinen. Historias como Monster o 20th Century Boys, de Naoki Urasawa, son mucho más profundas y tiene mucho más aprovechamiento que la mayoría de lo que él ha leído. Obras como Hiroshima, donde Keiji Nakazawa narra los horrores vividos con la bomba atómica y la radiación. Lo hace en clave de comic porque así decide hacerlo, en lugar de escribir una novela, pero eso ya ha de ser razón suficiente para que un critico que ni siquiera se ha molestado en documentarse, pueda largar pestes.
No tengo ni por que seguir dando ejemplos, ya que en tiempos de google y wikipedia, documentarse es muy fácil, y a este tipejo no le habría costado demasiado acercarse a una librería (no una tienda de comics: Una librería) y comprar Arrugas, y ver entonces que se premia y con que méritos, a ver si de su "aprovechamiento" hubiese obtenido una columna mejor. Por lo menos, más documentada.

Es como si Molina estuviese hablando con el estereotipo de albañil que dice "yo solo me leo el marca, lo demás no me interesa". Evidentemente diría que ese hombre es un paleto porque critica algo que no conoce. Es un caso bastante común, que los seguidores del comic estamos viendo ahora mismo.


Semper fi


Ukio

2 comentarios:

Lectora de cómics dijo...

Es muy fácil decir que los demás son infantiles cuando tú eres un ignorante.
Siempre lo digo, pero muchos se olvidan que los dibujantes son adultos, y que sus obras no tienen por qué ser para un público infantil, sobre todo cuando el guión podría darle mil vueltas a cientos de novelas.
Ya empezando por la animación, no todo es Disney y Warner, hay películas de animación de quitarse el sombrero aunque tengas 60 años: Metrópolis de Tezuka, Tokyo Godfathers, Rock & Rule, La princesa Mononoke, Rebelión en la granja y un largo etcétera.
De la misma forma pasa en el mundo del cómic, Asterix ha sido, es y será uno de los grandes referentes y su aniversario debería reconocerse tanto como el de Lolita, Los Miserables o el que sea.
Tildar el cómic y la animación de puramente infantil denota una profunda ignorancia y falta de respeto por un medio que, por mucho que diga ése lo contrario, está aún muy infravalorado.

Aiiiigh...

Unknown dijo...

Como escribir un guion y plasmarlo se vuelve super sencillo cuando lo adaptas al cómic...