Blanco, pero blanco como los soles

Así había que dejar a Pepiño. José Blanco, gallego y "menistro" de fomento: Taserizarlo hasta que se ponga incandescente a la temperatura de los grandes soles blancos.

Menistro, sí, porque Pepiño no tiene estudios superiores. Belén Esteban ha demostrado que no hacen falta para triunfar, soltando tonterías delante de una cámara de vídeo, y Pepiño va a dejar claro que, aunque no cobre los 100.000 napos de la "princesa del pueblo" (¡del pueblísimo, oye! Sobre todo con ese sueldo).



Pepiño no es tonto. Pese a su falta de preparación, seguro que es un trepa magnifico, con sus buenas nociones de oratoria y un doctorado en estocadas y puñaladas traperas. Con eso y militancia bien dura se llega a un puesto como el suyo.


Sin embargo, nuestro ya de por si decepcionante gobierno, con motivo de la crisis financiera, sigue cagándola estrepitosamente. Nos recuperamos, pero estamos muy lejos del nivel de recuperación del resto de la comunidad europea.
En nuestra genialidad, nos hemos dado cuenta de que, oh sorpresa, nos quedamos sin dinero para acabar todas las obras en las que estamos enfangados. Eso es malo, ¿eh?
Pues en el Simcity de su cerebro, pulsaron el botón de cancelar como locos, cerrando dichas obras. ¿Esto es lógico? Sorprendentemente no. Lo lógico es endeudarse algo más, conseguir prestamos, financiación o negociar con las empresas y que las obras sigan adelante como sea.
Si cierras la obra, lo primero que vas a tener que enfrentarte es a la idea de dejar una obra a medias, con lo que ni has conseguido lo que pretendías (un puente, una carretera o un tramo del AVE), y además has dejado la obra a medias, con lo que es especialmente vulnerable a los efectos del clima. Cuando la quieras retomar, como tardes mucho, más te vale derribar todo y empezar de nuevo.
El segundo paso lógico es que hay un montón de obreros que de repente no serán necesarios, y serán despedidos. Como sus contratos son anteriores a la reforma, hay que pagarles 45 días por año trabajado, con lo que sale JODIDAMENTE CARO despedir a tanta gente, dándoles un dinero que podía ser mayor incluso que el que podrían ganar si la obra siguiese hasta su término.

Este dinero no lo paga el estado, sino las empresas que han contratado y luego prescindido de los servicios de esta gente. Esta medida podría llevar a muchas de ellas a la quiebra. Destruir empleo es malo. Destruir además a estas empresas es peor, especialmente en un sector tan jodido como la construcción.


Claro, una vez nos damos cuenta del increíble gasto y putada que supone cerrar obras y despedir, ¿que hace el estado? Lo de siempre: Rectificar torpemente. ¡Eso no sirve! ¡Eso hay que pensarlo antes! ¡Ahora ha habido despidos, que serán fácilmente denunciables, y que los habrá que indemnizar! ¡Es dinero perdido, y puestos de trabajo que puede que nunca se recuperen porque ya no existirá la empresa que los cree!

Hoy, las únicas obras que se han reabierto han sido tres: Una en Madrid, una en Cataluña y una en la Comunidad Valenciana. Como veis, huele a pago de deudas políticas por un tubo. Solo falta una al país Vasco, ya que el PNV y CIU fueron los partidos que tiraron para adelante de la reforma electoral.

Como podemos ver, es una política torpe, mal hecha, mal planteada y con resultados totalmente contraproducentes. Estas situaciones no afectan directamente al ciudadano medio porque no suele enterarse, pero le están costando la hostia.

¿Y ahora que es lo peor? Esto.

¡Los impuestos son demasiado bajos! ¡Cágate! ¡Que insolidarios somos con este estado que tanto y tan bien trabaja por nuestro dinero y el de todos! ¿Realmente se cree esta mierda? ¡Homologar los impuestos con Europa!
Para empezar, se dice "equiparar". Segundo: primero deberíamos equiparar a Europa los salarios. Lo tercero es que llevamos ya meses con el cuento de subir la carga impositiva a los que más tienen y eso no avanza.

Mientras tanto, supongo que los bancos suizos siguen haciendo negocio.


Los viejos dicen que los jóvenes somos rebotados porque no hemos pasado penurias. "Necesitamos una guerra" es lo que suelen decir. Este gobierno necesita una buena revuelta popular.
Es mera cuestión de tiempo que la tengan, si siguen así.

Semper fi.


Ukio