Breves


miércoles, 19 de mayo de 2010

Su versión de los hechos

Es cosa sabida que la prensa no siempre cuenta las cosas como son. Se dice, de hecho, que fueron las exageraciones de un magnate de la prensa amarilla norteamericana las que incendiaron lo que llegaría a ser la guerra que enfrentó a España con los Estados Unidos a finales del siglo XIX, y que concluyó con la pérdida de Cuba. Al fin y al cabo, se dice que la gente está dispuesta a creerse lo que sea, siempre que sea una mentira lo bastante grande, pero no es del todo cierto: Las mentiras pequeñas también entran, especialmente cuando es algo que la gente quiere oír.

Una de las mentiras más comunes afecta a la juventud. A ojos de cualquier viejo, si tienes entre quince y treinta años, lo más probable es que seas un botellonero, borrachuzo, vicioso, inútil, mal estudiante (o quizás incluso fracasado escolar), pervertido sexual y drogadicto. No incluyo comunista y masón porque eso ya son categorías Premium de la ignominia de la juventud.
Me sorprendí mucho cuando un profesor del instituto, el insigne y astuto Raimundo Pereiro, nos dio una dura lección sobre nosotros mismos haciéndonos escribir a nuestros ingenuos catorce años una redacción sobre la juventud. Todos, absolutamente todos, describimos a los jóvenes como lo hubiese hecho un diputado del PP venido de la España profunda. En ese momento sentí vergüenza, porque al igual que probablemente habrían hecho todos mis compañeros, escribí esa redacción (que por suerte no tuve que leer) con la intención de contar aquello que el profesor quería oír.

Años más tarde me tocó a mí entrar en esa categoría de edades, y raramente digo que no a las fiestas, a la cerveza o a muchos otros vicios (eso sí, drogas duras nunca). Y la verdad es que me importa una mierda lo que diga el pepero o el niñato de instituto poser y mentiroso de turno: Soy un vicioso, pero soy mucho más culto que la mayoría. Podría contar los libros que he leído por centenares (hice la cuenta: Algo más de doscientos solo contando novelas y biografías, sin comics ni rol), las películas que he visto, series, actores, directores y estilos que podría reconocer… Y muchos de los detractores de mi edad apenas podrían pronunciar sus nombres.
El problema llega con las verdades manipuladas: Los universitarios somos grandes consumidores de cultura. Se nos motiva a ello desde el momento en el que se nos hace entrega del carné universitario: Descuentos en cines, entrada gratis en museos y exposiciones, conferencias… Un mundo entero por recorrer y admirar. Y lo hacemos, la mayoría. El resto… A saber. Cada uno que mire por lo suyo, evidentemente.

La otra cara de la moneda son las fiestas: “Fiesta” y “universitaria” son dos palabras muy fáciles de unir y de encontrar juntas. Las facultades están plagadas de carteles así anunciándolo, y muchas de ellas en el propio campus. San Pepe, de informática, tenía fama de ser una de las mayores, y cualquier idiota del rectorado o de la prensa a quien preguntes te dirá que la de este año fue demasiado desmadre y será la última. Salió en toda la prensa el registro de la noticia: Miles de personas poblando el campus, bebiendo por las calles y haciendo el bestia, un atropello, gente que conducía borracha, destrozos, meadas… Que viernes más bestia, ¿no?
Pero precisamente ese fue el problema: Fue un viernes. La organización, empecinada en no perder ni un solo día de clase, concedió la posibilidad de hacerla un viernes o un lunes. La segunda opción era impensable, ya que no iba a ser fiesta ni ser nada. La primera fue el resultado, y también el problema: Si la fiesta hubiese sido un jueves, los asistentes habríamos sido principalmente universitarios (¡y yo habría podido ir, joder!). Sin embargo, al ser un viernes, dio carta blanca para poder asistir a mucha más gente: Jóvenes que trabajan y tienen coche propio, niñatos de instituto liantes a los que el campus les importa una mierda… Y el resultado fue evidente.

Y ahí estaba sin duda la prensa, lista para abalanzarse como buitres sobre carroña.
Los titulares fueron directos, hablando sobre atropellos, juergas y una juventud más entregada al botellón y a la diversión destructiva que a la cultura. ¡Mira tú a que íbamos a la universidad! Claro que mientras la fiesta duraba, se pensaba en otra cosa: Los juerguistas querían salir en fotos, pero los foteros de la prensa no te sacaban si no enseñabas la botella, como si brindases. Me contaron incluso el caso particular del compañero de clase de un amigo, que borracho como una cuba, participaba en el concurso de “piedra, papel y tijera”, y quiso celebrar su pase en una eliminatoria brindando con el público mientras estos le vitoreaban. ¡Cojonudo! ¡La foto fue impagable!

Las mentiras fueron dichas, y hoy por hoy, ese será el último San Pepe de la historia… Pero eso no es todo: Decididos a no repetir la escena, nos quedaba aún una segunda parte por vivir: El Campus Rock. Tradicionalmente la organización era más o menos igual y era en el mismo sitio: El campus, delante de informática, y con varios grupos apuntados, de gente de la universidad, que daban conciertos gratuitos y estos eran financiados por la venta de bebidas y bocatas.
Este año no podía ser así, de modo que se buscó una forma distinta: Gente que vaya por la música y no por la juerga, la borrachera y el botellón, decían los hideputas. Y así lo montaron: Pillaron el Coliseum y trajeron solo a un par de grupos universitarios, siendo el resto un cartel de cierto renombre a nivel europeo (y por cierto renombre quiero decir que serían grupos en trayectoria ascendente en sus respectivas ciudades de origen, pero aquí entraban en la categoría de “conocidos en su casa a la hora de comer”). Todo esto se iba a amortizar por seis euretes de entrada, ocho si lo comprabas en taquilla.

El titular que nos regaló La voz de Galicia fue claro: Más músicos que público. El artículo hablaba de que la asistencia no llegó ni para cubrir la primera fila, y de que estaba claro por que no fuimos: No había botellón, ni juerga, ni paridas, y al final fueron cuatro amigos de los grupos y a tomar por culo. Está visto que una fiesta universitaria no lo es por el aporte cultural o por el evento que se pretenda celebrar en cuestión, sino claramente por el botellón. Y yo os digo, señores de La voz de Galicia… Hijos de puta mentirosos, tergiversadores de verdades, falsos de los cojones y chacales con lengua de serpiente.

Vamos a analizar las partes: Lo primero la inteligencia de las fechas, montando esto precisamente el fin de semana en el que el día das letras galegas hace puente. En estas fechas, los estudiantes que viven fuera se han ido, reduciendo drásticamente la asistencia, cosa que no habría pasado si la fiesta fuese un jueves como siempre. Pero esto no es todo, pezqueñines: Se nos quita toda la fiesta asociada, dándonos un evento mucho menos atractivo al que hay que ir expresamente y no uno al que te puedas acoplar cuando sales de clase el jueves por la tarde. Para colmo, nos quitas toda la fiesta asociada, nos pones un recinto vigilado e incómodo y nos haces pagar. En resumen: Nos das un ambiente incómodo y enrarecido, para ver a grupos que no conocemos a los que teóricamente iríamos a apoyar de darse una forma más propicia. Resumiendo: Antes salíamos de clase y ya que estábamos ahí, podíamos ir gratis a ver conciertos mejores o peores, mientras tomábamos algo sin movernos del propio campus. Incluso podíamos organizar botellón, si, pero la cuestión es otra: No tenemos que desplazarnos, ni pagar, y así no nos cuesta nada ir y de paso apoyamos a gente que se busca la vida en el difícil mundo de la música.
Sin embargo, lo que nos das son conciertos de gente que realmente no nos interesa una mierda, pagando, y desplazándonos expresamente para verlos ese día. Eso cambia mucho las condiciones y el atractivo del evento. Luego le sumas la fecha mal escogida y la verdad es que no hace falta quitar la posibilidad del botellón y juerga etílica para prever que el evento va a ser un fracaso. Mirad que mierda de cartel:



Eso sí, el artículo dejó bien claro que el fracaso del evento fue única y exclusivamente porque no pudimos hacer botellón. ¡Que listos sois, señores de La voz de Galicia! ¡Que grandes, analizando las noticias! Hacednos un favor y, como bien dice 4chan, go an hero.



Semper fi.


Ukio

11 comentarios:

Sebas dijo...

Supongo que todo esto lo escribes desde tu punto de vista y que nadie te ha contado nada referente al Campus Rock, porque te equivocas de lleno en casi todo lo relacionado a la organización del evento. Como te aparecerá mi mail en el comentario si quieres puedes saber la otra cara del Campus Rock, que dista bastante de lo que aquí cuentas

Sebas dijo...

Ah, y en lo que se refiere al San Pepe también te equivocas en los aspectos relativos a la organización.

Anónimo dijo...

Bueno, me queda claro que eres culto y que lees muchos libros. También me queda claro que tienes una mente analítica y que busca el espíritu crítico. Me queda también claro que no tienes dudas en tu análisis, por lo que entiendo que las cosas que dices son o al menos las consideras todas ciertas. De todos modos, si me permites, hay, en mi opinión, varios fallos importantes en tu relato que tampoco creo que sea cuestión de discutir, pues en tu blog escribes lo que te da la gana.

Lo único que me sorprende, y me sorprende mucho de tu análisis de la actitud de "La Voz", es que no mencionas que en la noticia no se habla para nada de si el concierto estuvo bien o mal, no se analizan los grupos ni se comenta la calidad que hayan podido demostrar en el escenario, y a poco que uno haya empleado un agudo espíritu crítico también en este aspecto, es palmario que el comentarista del concierto ha estado presente los primeros diez minutos de las varias horas de actuaciones musicales.

No sé tampoco si lo que se pretende es que no haya canales de oferta cultural diferentes a los de Alejandro Sanz, ni sé si los esfuerzos por ofrecer actividades culturales fuera de los circuitos comerciales merecen el beneficio de la duda. Por lo de pronto tú has hecho lo mismo que el de "la Voz", opinar de un concierto en el que no has estado. Y si me permites una pequeña discrepancia... ¿todos los estudiantes de la UDC viven en Santiago? porque el concierto que se celebró en Santiago ese mismo día en el Campus Sur creo que tuvo buena afluencia de público al que, por cierto, no le importó desplazarse a Santiago, tal vez porque sea su hogar. Lo que sí sabemos es que le costaba acercarse al Coliseum, pues todos conocemos que está lejos de cojones del Campus de Elviña.

En una cosa tienes razón, en Santiago era al aire libre, se podía hacer botellón y no se cobraba, quizá no haya que darle muchas más vueltas al tema de los grupos que ni tú ni el comentarista habéis escuchado, quizá en esa parte del análisis sí tengas razón.

Anxo dijo...

Hace años en mi casa se compraba todos los días La Voz de Galicia. Se sabía que era prensa y que tenía sus fallos y sus manipulaciones, pero hace unos dos años llegó a un tope y desde aquella solo la uso yo, y para mirar algunas noticias locales y puntuales.

El año pasado creo que fui al Campus Rock, aunque no recuerdo bien qué nombre recibía el concierto. Lo que me gustaba del evento es que teníamos música gratis, con suerte una carpa, y era al aire libre. Si me encierras en el Coliseo y por encima me haces pagar 6-8€ de entrada, ni me planteo ir. Aunque el cartel de este año tampoco me llamaba nada, la verdad. Grupos más locales, que nos suenan más y que tocan una música con la que empatizamos más sí me hubieran llamado la atención, como hicieron otro años.
Y por si aparece algún comentarista más, no bebo alcohol, a mí el botellón me la soba e incluso me espanta de ciertas fiestas o lugares. No es algo que me influya a la hora de ir a un sitio, y a este Campus Rock, obviamente, no fui.

Saludos.

Ryoru dijo...

Respondiendo por alusiones (yo fuí el que le dijo a Ukio que comentara el artículo).

Primero, echadle un ojo al blog. Veréis que está plagado de reseñas a conciertos y grupos desconocidos(o bastante poco conocidos) que han tenido lugar en Coruña y Vigo (entre otros).

Con ello quiero indicar que el autor no es precisamente un abanderado de la cultura "mainstream" y no creo que su intención sea liquidar cualquier canal de oferta cultural distinto al habitual. Desconozco la intención de "La voz" y tampoco puedo aventurarla, así que no entraré en este tema.

Por otra parte, tampoco se ha hecho ninguna alusión a la calidad del concierto y los grupos, simplemente a su fama. Desconozco si son grupos muy famosos entre los círculos universitarios, pero el factor fama es bastante importante cuando le pides a la gente que haga un desembolso monetario, aunque sea tan pequeño como 6 euros.

Dicho esto, en mi opinión, la gente a la hora de elegir ir a un concierto considera 4 factores:

a) precio
b) si el grupo(s) le gusta o no (o su fama si los desconoce)
c) posibilidades de fiesta
d) desplazamiento

Donde a) es uno de los factores más importantes, sobre todo porque los universitarios no se caracterizan por tener grandes cantidades de dinero y también porque hay cosas a las que la gente se apunta si son gratis, pero no lo hace si hay que pagar.

Por ello, coincido con el autor: Si haces a la gente moverse, quitas (en parte las posibilidades de fiesta) y encima pones un precio a todo el asunto y el grupo tiene poca fama (aunque tenga una excelente calidad) vas a tener un fiasco interesante. ¿Que el concierto fue interesantísimo con un montón de grupos entregados y los asistentes se lo pasaron genial? Me alegro mucho, pero si medimos el éxito en asistentes sobre anteriores ediciones (una forma como otra cualquiera de medirlo, tan mala o más que otras) la edición de este año del Campus Rock ha sido un fracaso.

PD: Palabra de verificación: "trani" :P:P

Ukio sensei dijo...

Bueno, Ryoru ha hecho el favor de defenderme ante las acusaciones del anónimo, pero me gusta librar mis propias hostias.

Remus, escribo sobre mi punto de vista y sobre lo que me han contado de San Pepe, y sobre lo que he visto en el artículo de la voz de Galicia. Si puedes completar mi información, hazlo y punto. Por algo los comentarios están abiertos en este blog.

Otro de los motivos por los que están abiertos es para que la gente pueda escribir sin tener cuenta de gmail, firmando sus comentarios. El anonimato es muy simple.

Sin embargo, anónimo, vuelvo a lo dicho: Te reto a que, si le das a la etiqueta "conciertos" veas uno de Alejandro Sanz. Lo más "mainstream" (válgame el palabro gafapasta) que vas a ver es AC/DC. Soy heavy, como deja claro este blog una y otra vez, y por Crom, Dio y todo lo más sagrado, que al Alejandrito me gustaría verlo bajo tierra.
¡Joder! ¡Si la entrada anterior es un panegírico a Ronnie James Dio!

No he visto NADA de ninguno de los grupos, y no hablé de su calidad. Dije claramente que ni me molestaría en levantarme del sofá para ir a verlos, y que no me atraen en absoluto, en parte por que no los conozco y en parte porque vistos los estilos que indica el cartel, ese tipo de música me interesa tanto como la de tu citado Alejandro.

Si me dices aún encima que el mismo día hubo otro evento en Santiago, es para anotarlo en la lista de collejas a la organización, claramente. ¿Que quieres que te diga? Que allí si fueron? Pues me alegro. ¿Me vas a decir que no es un hecho influyente que se celebre el evento en una fecha en la que los estudiantes de fuera se piran? ¿Realmente me vas a decir eso?
Y si, vale, queda gente de sobra en Coruña para llenar el Coliseum y aún así no fueron. ¿Por que? Por que no les daba la gana.
¿El Coliseum queda cerca, la entrada es barata para ver a 4 o 5 grupos, y demás? Si, pero aún así este año fue un fracaso y los demás un éxito. Saca las conclusiones que te dé la gana.

Pero ahora lo importante: ¿ES QUE A NINGUNO DE VOSOTROS, ASTUTOS COMENTARISTAS, LE TOCA LOS COJONES LO MÁS MÍNIMO QUE LA PRENSA DIGA QUE NO FUIMOS PORQUE NO ÍBAMOS A PODER EMBORRACHARNOS Y ESO ES LO ÚNICO QUE NOS INTERESA?

Ukio sensei dijo...

Por cierto, Anxo, mis disculpas por no incluirte en la respuesta, pero eso de no beber es tal acto de paganismo por estos lares que...

Nuestro amigo Remus, (Remigio, que ya es casi de la familia), debería tener presentes dos cosas:

1 Puede informarnos en los comentarios cuando quera.
2 No puedo mandarle ningún mail como dice en su primer comentario porque TIENE SU PERFIL CERRADO.

Sebas dijo...

Perdona Ukio, creo que yo no te he faltado al respeto, si mi perfil esta cerrado es basicamente porque no uso blogger.

La verdad es que se me hace un coñazo tener que contar todo esto por escrito, asi que te lo resumo en que soy organizador de San Pepe y del Campus Rock y que en tus explicaciones te has equivocado, el Campus Rock no se hizo en el Coliseo para evitar el botellon, y la fecha de San Pepe no fue decision nuestra, si no que viene marcada por una normativa de la UDC sobre la celebracion de patrones de las facultadaes

Un saludo

Ukio sensei dijo...

Si lo de la fecha de San Pepe ya lo sé que os vino impuesta! Precisamente eso es lo que estoy diciendo!

Y que lo del Coliseum no fue por evitar que se liase otro San Pepe me suena raro.

Yipee_gambit dijo...

Voy a ser, por lo visto, el único que este de acuerdo (a pesar de que no opinaré de los casos concretos que citas por mi desconocimiento casi total sobre ellos) en lo que dices, ya que sin meterme entre que periódico o canal es más tergiversador o no (todos lo hacen, eso de echar la culpa a uno en concreto no es más que una disculpa, en mi opinión) si noto que cada vez más la prensa opta por una generalización que surge basicamente de la ignorancia.

No es la primera vez que vemos noticias absurdas en las que se destacan datos que reflejan no sólo a una minoría del colectivo sino también lo hace de manera absolutamente superficial. Personalmente soy joven y universitario. ¿Por qué según los medios de comunicación soy drogadicto, todos los días que puedo salgo de botellón y me encanta el sexo esporádico sin protección?

Lo dicho, en terminos generales totalmente de acuerdo con tu postura. Bravo.

Ukio sensei dijo...

Gracias por tu apoyo, Yipee. Espero que te haya gustado el blog.