Pollos y pollas

No se si habréis visto la última: Evo Morales, el presidente de Bolivia, dice que el pollo de cría tiene hormonas femeninas, y hacen que te vuelvas homosexual. ¡Toma! Seguro que tú, astuto lector, habías notado como los días que te zampabas una milanesa de pollo, de repente sentías una malsana atracción hacia los jóvenes efebos, y que las únicas mujeres que importaban en tu vida eran Alaska, Lady Gaga y Mónica Naranjo.



Pero en serio, aquí está el texto de lo que dice:

"El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres"

Tío... Tu ser como hombre tiene que estar muy mal calibrado para que un zanco te haga tambalear así. Es cierto que a los pollos los hinchan con antibióticos sin medir la dosis, pero eso...

Nuestro buen amigo Evo, posiblemente uno de los iniciadores a escondidas de la mitad de las conspiranoias absurdas que pululan por internet, no se ha quedado ahí: Dice que "el pollo es también el causante del aumento prematuro del busto en las chicas" (¡Gracias McChicken! ¡Gracias alitas de pollo a la barbacoa! ¡Gracias infinitas! ¡El mundo lleno de tetudas y como me he vuelto gay no puedo aprovecharlo!). También ha añadido que la alimentación desequilibrada produce calvicie (pero las hormonas femeninas la previenen. ¿No lo sabía?), que la cáscara de las patatas holandesas tiene veneno y que la cocacola solo es buena para desatascar váteres.
Si es que se le nota que es un prohombre...



Por supuesto, Evo solo come pollo criollo, criado al natural. ¡Coma pollo criollo! ¡Sea el único hetero y aprovéchese de todas esas tetudas! Ains, Evo, Evo... no suelo tener nada en tu contra ya que no sigo tus peripecias, pero en días como hoy, pienso que Machu Picchu, el de Aida, lo haría mejor que tú.



Al menos, él la tiene liada con todas las comunidades de homosexuales de Sudamérica. Disfruta de tu fregao, Evo.

Y vosotros... Comed sano. Almejas, salchichas... Lo que os pida el cuerpo.

Semper fi.


Ukio