Ante el nuevo anteproyecto de ley con respecto a internet por parte del gobierno y más concretamente por el ministerio de damos-dinero-a-mis-coleguitas-del-cine (alias: Cultura), en internet nos vemos en la obligación de tomar medidas ahora que estamos a tiempo. Es nuestro deber gritar y protestar. Montarla, en definitiva, pues nosotros somos los usuarios y compradores. Nosotros somos los que vamos a pagar por un servicio (muy malo, por cierto). Somos los receptores de esa cultura que ellos crean (o lo que sea. No es momento de discutir sobre la calidad de la industria musical en este país).
Se han buscado formas de dulcificar lo que, más allá de toda máscara estilística o retórica, no es más que censura: El cierre de páginas web sin orden judicial. Por lo visto, la orden si será necesaria para el cierre, pero no para la "suspensión cautelar". De entrada, os diré que pasaría a ser el único aspecto, fuera del derecho penal, donde si serían posibles las medidas cautelares sin permiso de un juez (ahí es poco).
¿Y por qué nos pueden echar el cierre? Por poner enlaces a descargas p2p, por ejemplo, las cuales no son ilegales. ¿A que es guay que te las apliquen así? Es como si la tenencia de un paraguas fuese legal, pero su venta fuese ilegal. Ya no su venta: ¡El mero hecho de decirle a alguien donde puede comprar uno!
Hoy Sinde-scargas discute con blogueros y periodistas acerca de los términos de la ley, pero la verdad es que le veo un mal futuro inmediato, y un muy elevado coste político. De entrada, esta modificación es parte de la ley de economía sostenible, con la que pretenden paliar la crisis. Sin embargo, lo que veo es más bien el hecho de pagar favores políticos a todos los artistas que salieron haciendo el gesto de apoyo a Zapatero imitando su ceja con el índice (unos cuantos, no hace falta nombrar concretamente a cada uno).
La ministra Salgado, en concreto, dice estar contenta con el anteproyecto, y junto a ella, "el sector de los contenidos". Si preguntáis, os dicen que el sector de los contenidos es el de los artistas, productores y creadores. ¿Que significa eso? Significa que yo, Ukio, creador de Llamas, Destrucción y Unos Cuantos Packs de Seis, soy "sector de los contenidos". Todos los que participan en Rutas de Ivalice o Azoteas de Midgar, son "sector de los contenidos", y todos esos blogeros de mis links sois "sector de los contenidos". No cobramos por nuestro trabajo y lo entendemos de antemano, desde que pulsamos la primera tecla. Desde el momento en que pulsamos en el enlace que pone "crear un blog". Lo hacemos consciente y voluntariamente, porque sabemos que es cultura (mejor o peor, todo hay que decirlo). La cultura es una bestia que se nutre de sí misma y crece. Es como el oxígeno: En renovación constante. Y nosotros, somos el Amazonas. El puto pulmón del planeta.
Además de ser "sector de contenidos", somos consumidores. Somos aquellos a los que se orienta la venta de CDs, películas, libros, comics... Juez, jurado y verdugo.
El motivo de esta ley es que esa industria ha "dejado de ganar" una cantidad de dinero inmensa. Si, sin duda. ¿Culpa nuestra? Que se lo digan al telégrafo, o a los fabricantes de televisores de tubo. The times they are a-changin', my friend, y como dice Dylan en esa misma canción: You better start swimming or you'll sink like a stone.
Un CD original, con su carátula, su cara superior impresa y sus contenidos (letras, extras... Mi edición limitada del concierto de despedida de Ziggy Stardust and the Spiders from Mars traía hasta una entrada), es hoy por hoy, un artículo fetichista, igual que lo son los vinilos desde hace años (vamos a concretar: Los DISCOS de vinilo, que nos conocemos). Descargándote un disco, tardas diez minutos. Tan solo en el desplazamiento hacia la tienda tardas más. ¿Cuál es la salida obvia entonces? ¿Cerrar internet? ¡Si! ¡Quememos a Galileo por hablar del heliocentrismo! Realmente, la posición de muchos los favorables a esta ley se puede definir claramente como "estupidez": ¿La música es empleo? Si ya no vamos a comprar tantos discos, se perderán empleos, si, igual que se perdieron con muchos otros avances. ¿Jode? Es lo que hay. Se llama progreso. Reciclaos y asumidlo, pues vuestra actitud está siendo contraria a la música, al cine, a la literatura, y por encima de todo, a la cultura en general.
Es por lo tanto, un hecho claro y constatado para todos que estas propuestas y leyes son para insuflar vida a un coloso moribundo. Es más fácil acusar y criminalizar, mientras se exige dinero, que ponerse a pensar, adaptarse y sobrevivir. En este mismo debate, dentro de 10 años, tendremos a iTunes y a Spotify, pero probablemente no a muchas tiendas de discos. Quizás, incluso el formato será un recuerdo.
Cerrando esto, dos datos prácticos, para que los tengáis en mente la próxima vez que tengáis un cd en las manos y estéis en la cola para pagar: Grabar ese disco les ha costado 0,08€. Vosotros vais a pagar 20.
Segundo: El reparto de ganancias entre artistas y discográficas es del 90%/10%. En los discos, la discográfica se lleva el 90. En los conciertos, las posiciones se invierten. De modo que, ¿a quien estamos matando? Al tío que hace música, tú lo descubres gracias a que alguien lo subió sin permiso a Youtube o ha copiado su disco a mp3 y lo ha puesto en descarga directa, y luego recorres unos cuantos kilómetros para ir a su concierto (a veces tantos que vas en avión). Sin embargo, al haberte bajado su disco, alguien ha dejado de ganar 18€.
¿Por qué nos gritan? ¿Matamos a la cultura? ¡NO! ¡MATAMOS A LAS DISCOGRÁFICAS! ¡A LA INDUSTRIA VAMPÍRICA QUE PROMOCIONA A ALEJANDRO SANZ Y DEJA DE LADO A MILES DE GRUPOS PEQUEÑOS QUE HACEN GIRAS POR PEQUEÑAS SALAS DE CONCIERTOS! ¡MATAMOS A LA CANCIÓN DEL VERANO, Y A LA MÚSICA POP PROMOCIONADA DE FORMA MASIVA EN LOS MEDIOS! ¡MATAMOS A LA RADIOFÓRMULA!
Ahora que sabemos esto, retorcer la daga es taaaaaan dulce...
Y al fin: El manifiesto. "Llamas, destrucción y unos cuantos packs de seis" se suma a la lucha: No a la censura. No al cierre de internet. No a la ley de economía sostenible en su apartado referido a internet.
Manifiesto 'En defensa de los derechos fundamentales en Internet'
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:
1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.
Semper fi, gente. Ni un solo paso atrás.
Estamos en guerra.
Ukio.
TODOS LOS SANTOS Nº1
Hace 3 semanas
4 comentarios:
Llevo como 10 minutos pensando en que responder a tu entrada (la cual he leido dos veces, merece la pena) y no se me ocurre nada más que esto:
Amén.
Como sabrás cuando te pasees por la misma entrada en Azoteas, he ido aireando un poco la situación. Es posible que recibas un puñado de visitas en el blog, aunque quizá no lleguen ahora sino despues del puente, así que no te sobresaltes ni pienses que es un win para ti xD.
Y evidentemente, estoy de acuerdo.
Bueno, en cualquier caso, se agradece, Skeith.
Venia yo de colgar el manifiesto...
El resto es decir que estamos de acuerdo y bla bla bla.
Lo que más me preocupa es que se atente contra los derechos y la propia constitución.
Publicar un comentario