Breves


lunes, 14 de diciembre de 2009

Falcon Punch!!!

A menudo os llamo bastardos, y os voy a explicar lo que quiero decir con eso:
Un bastardo es un ciudadano de a pie. De infantería, que diría Reverte. Está descontento y no tiene reparos en blasfemar contra todo aquello que le toca los cojones, condenando y acusando sin echarse atrás ni acojonarse.
Cuando me refiero a personajes ficticios con entradas en este mismo blog, usando la etiqueta "bastardos" me refiero a los cantaverdades honestos, astutos y cabrones que hacen nuestra vida más alegre, sea impresionándonos con sus hazañas hedonistas, con su perspicacia y mala hostia, o con su ingenio.

Hoy honramos a un nuevo bastardo, que en un acto meritorio que apenas duró unos segundos, se ha hecho con miles de seguidores a lo largo de todo el mundo. Os lo contaré con imágenes.

Empezó así:





Lo siguiente fue que este tío tomó parte.



Y acabó así:



Supongo que habrá un proceso penal, con todas sus acusaciones y procedimientos, pero hay una cosa segura:



Massimo Tartaglia se ha saltado muchas convenciones sociales, morales y éticas para hacer lo que cree correcto, aunque sea políticamente incorrecto. Eso le convierte en nuestro Bastardo de la semana. Si algo no le van a faltar a este hombre son fans.

Brindo por tí.


Semper fi, Massimo, héroe de la república italiana.


Creo que ya nos hemos divertido con el asunto, así que va tocando ponerse serios para encarar el tema. ¿Me gusta la idea de que se le parta la cara a este tío? Si. Y que sea un hecho y no una idea, me encanta. Se dice que Massimo Tartaglia padece un trastorno psicológico, lo cual justifica, o por lo menos explica, su barbárica actuación. ¿Cual es el problema? Italia es un país que funciona porque no funciona: Está en Europa, y tiene un nivel económico y cultural superior al de la media mundial, y sin embargo, tiene unos modos de actuar y un civismo muy alejados de la idea de primer mundo civilizado que tenemos. En Italia y solo en italia puedes ver a familias enteras en moto (en UNA sola moto), pasar delante de la policía y su pasividad, por no hablar de la increible cantidad de corruptelas (y su profundidad), relatadas por Roberto Saviano en su libro Gomorra.
Esto explica que hayan tenido durante tantos años a un presidente como Silvio Berlusconi. Ha desarrollado actividades análogas a su cargo público que en otro país (España incluída) sería imposible por incompatibilidad de cargos (aunque ahora con la Sinde, tengo mis dudas de que tan siquiera eso se esté respetando, aunque lo nieguen).
Ha tenido actuaciones deplorables a todas luces, como tener a Ángela Merkel esperando a un lado de un puente para un acto simbólico amistoso entre Italia y Alemania mientras él hablaba por el móvil, y estos faus pás públicos no son nada comparados con sus corruptelas. Las mansiones, las velinas, los sobornos... Y aún ahora, como un vulgar Pinochet, está peleandose con la constitución italiana para obtener la inmunidad una vez deje el cotarro y no ser procesado por sus probablemente muchísimos delitos: Desvio de fondos, desfalco, estafa, corrupción, tráfico de influencias, e incluso agresiones, amenazas o asesinatos (se culpa de asesinato también al que da la orden, no solo al que lo efectúa).
Realmente, Silvio, un juerguista adicto al botox, los implantes de pelo y las fanfarronadas de ardor latino, es uno de los personajes más siniestros del mundo moderno. Hemos hablado de Bush y Cheney muchos años, pero a saber de que sería capaz un hombre como Berlusconi con los mismos medios.
¿Es incívico y poco coherente partirle la cara a un hombre, cuando lo que se debería hacer es procesarlo como el criminal que es? Si. Sin embargo, sabemos como son estas cosas y como se las arreglan estos hijos de puta para salir airosos, como le vimos hacer a Pinochet, y como veremos a tantos otros. Sabemos los favores que se cobrarán, los chanchullos que amenazarán con destapar, y los posibles tirones de la manta (que prácticamente son lo mejor que nos podría pasar). De modo que, visto que no pagará por lo que hizo ni en los tribunales, ni en la otra vida... Así que lastima que solo lo fostiasen una vez.


Semper fi.

Ukio

7 comentarios:

Paul Allen dijo...

Otro irrepetible. Igual que los zapatazos a Jorge Arbusto.
Lo que dices: No se hará justicia en los tribunales, pero al ególatra este lo acaban de humillar como bien se merece, el muy putero.
Lo peor va a ser lo que le caiga al bueno de Massimo.
"¡Tartaglia, preso político!"

Lara LI dijo...

Por desgracia ya hay muchos puritanos hipócritas rasgándose las vestiduras y diciendo horririzados que esto está muy feo, que al nene se le castiga mirando a la pared, pero no dándole unos azotes porque se puede traumatizar... a la mierda!!! No será cívico ni correcto, pero todos QUERIAMOS hacerlo, y ahora nos orgasmizaremos pensando en que alguien lo hizo y lo hemos visto, tanto en prensa como en televisión!!! Sí!!! Que viva Massimo!!!
Las dos únicas cosas que lamento son: una, que a Massimo le va a caer la de Dios, cuando más que la cárcel merece una medalla, y dos, que el golpe no fuese en la cabeza con la que Berlusconni piensa. Así al menos dejaría lo de putero follador latino, y todos nos reiriamos cuando lo oyésemos fardar de amante sabiendo que estaría castrado.

Paul Allen dijo...

Lo atacó con un souvenir de Milán. Una miniatura, para ser exactos. Una miniatura a escala de lo más representativo de Milano.

Tachán:
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/ec/876MilanoDuomo.JPG

¡Jojojojojojojojojojojocuántobjetopunzantejojojojojojojo!

Anónimo dijo...

Ayer cuando lei la noticia sabía que escribirías sobre esto.

Realmente, y como comentaba hoy con mis compañeros de trabajo, no justifico la violencia física ni me parece bien. Pero merecer, se lo merecía (y aún más)

También me molesta que se le trate de demente al que le tiro el souvenir. Vale, esta en tratamiento desde hace la pila de años, pero eso no significa que esté loco y, tampoco, que justifique lo "que ha hecho"

Hablo desde el total desconocimiento de cual es el problema psicológico que padece Massimo, pero cuando hay una noticia tan polémica como esta y tratamiento y periodistas por medio.. bien sabemos como exagera (o miente) la prensa.

Sin ir mas lejos yo llevo tomando cerca de un año un tratamiento que se llama Tryptizol. Lo tomo por que tengo migrañas y este medicamento consigue que se reduzcan en tiempo, intensidad y duración. Curiosamente este tratamiento son antidepresivos.. pero se diagnostica para migrañas y otras enfermedades como la fibromialgia.

¿Qué alguien este a tratamiento significa que esta loco? La respuesta es NO.

Me has ahorrado mucho de lo que iba a decir de la situación política de Italia, así que no haré esto repetitivo.

Pero he de añadir que otra cosa que me dejo con la boca abierta fueron las declaraciones de que el dolor físico no le dolía tanto como el psicológico: ¿Por qué me odian tanto?

En resumen: Veo perfecta esta humillación. Aún que sinceramente, preferiria que hubiese sido otro zapato y no un souvenir.

Ukio sensei dijo...

Joer, Haraz, está cantado: Se está haciendo la víctima. Eso si que es otro rasgo típicamente latino: Me atacan, ergo, me hago la víctima. ¡Malos ellos! Es como la de Herman Testch: Se dice que le partieron la cara en una pelea de bar y se reventó la espalda al caer sobre un taburete, y para colmo el muy idiota anda diciendo que una especie de ninja de izquierdas lo crujió.

Berlusconi también fue diciendo que casi pierde el ojo, y que todo fue terriblérrimo... Victimismo.

Anónimo dijo...

Era una pregunta retórica, indiota!



PD: Ánimo que mañana acabas.

Ukio sensei dijo...

Ya, pero me apetecía comentar la del ojete cuasiimpactado.