Breves


viernes, 18 de diciembre de 2009

Altivez sureña

Si hay algo que tienen en común aquellos que han perdido una guerra en la que luchaban por lo que creían recto, es la altivez. Y si hablamos ya de sus descendientes, esa altivez es mayor, más abierta, desafiante y descarada. Lo tienen los republicanos españoles, los revanchistas alemanes que perdieron la primera guerra mundial, y por supuesto, los estados confederados norteamericanos.

Esa idea nostálgica de un sur bonito y juerguista, lleno de buena gente y bajo cielos azules ha llevado a la creación de un estilo de vida, con música propia. Blackberry Smoke, el grupo al que fui a ver esta noche, podría encajarse en este estilo perfectamente.



Fue un concierto largo, aunque me han dicho que faltaron dos temas importantes. No lo se. No había escuchado una sola de sus canciones, y sin embargo, musicalmente me quedé muy contento. A veces, incluso, impresionado. La gira aún ha de pasar por Gijón y Santander, de modo que haríais bien en ir a verlos.
Tienen el añadido de una sala pequeña y próxima. Sin embargo, hay que decir que han sido demasiado... Profesionales. Es cierto que yo mismo no me quedé a charlar después del concierto, pero no habían salido cuando yo me fui. Llegaron, salieron tres cuartos de hora tarde, tocaron durante una hora y media, aunque también es cierto que bromearon y tuvieron alguna coña, pese a la barrera del idioma. Un amago de bis, que no fue bis, ya que no llegaron a abandonar el escenario. Como dijo el cantante, "fingir que se van, ir al camerino, recibir una mamada y volver".



Sus canciones hablan de alcohol, de fiesta y del cielo azul. De la nostalgia y del hogar. Son todos muy buenos músicos, aunque al cantante, Charlie Starr, le gusta demasiado llamar la atención y ser la puta estrella. Paul Jackson, el otro guitarrista, también es bueno, y me cae mejor. Sin embargo, no tuvo tanta ocasión de lucirse. Incluso lo peor de todo fue cuando, después de hacer pogo, Richard Turner, el bajista, nos dijo que tuviésemos cuidado. ¿Por pogo? ¿En un concierto de Rock? ¿Que es eso? Otro bastante simpático fue Brandon Still, el teclista, al que se veía ansioso por empezar el concierto, y al batera, Brit Turner, hermano de Richard, que vino a saludar al público al final. Esos detalles hacen que pagues por estar de pie en un garito pequeño, y marcan realmente la diferencia.



¿Mal concierto por eso? En absoluto. Mañana el Dom Pedro en Gijón, y pasado en el Espacio Marítimo de Santander. Las fechas las vi en su página oficial, aquí.

Un buen punto fueron los covers. Si bien, Sweet Home Alabama fue algo frío, y creo que les sentó mal que se la pidiesen. Sin embargo, cuando nos quisieron putear tocando Ring of Fire se encontraron con que nos la sabíamos. Sus caras lo dijeron todo.

Id, bastardos. Id y disfrutad del concierto.

Semper fi.


Ukio

2 comentarios:

Astaroth dijo...

Y hablando de conciertos... ¿Has conseguido ya tu entrada para el Azkena?

Ukio sensei dijo...

Aún no. Ni siquiera fui a por ella, pero eso pretendo. El descuento dura hasta el 10 de Enero.