La marysue definitiva

Ya os dije que estaba leyendo el libro Dune, de Frank Herbert. Catalogado como uno de los tres mejores en lo que a la ciencia ficción se refiere, junto con la Fundación de Asimov y el Juego de Ender, de Orson Scott Card.

Su protagonista, Paul Atreides, también conocido como Usul, Muad'Dib, Kwisatz Haderach, o Kyle McLachlan en la película, a unas ciento cincuenta páginas del final, ha alcanzado el título de La Marysue definitiva.



Paul ha sido entrenado desde niño en las artes Mentat por el servidor de su padre Thufir Hawat, y en las artes Bene Gesserit, por su madre la dama Jessica (a uno lo rompe ver de que es capaz esta mujer de nombre tan choni). Duncan Idaho y Gurney Halleck han hecho de él un experto luchador a cuchillo, espada, pistola y kindjal, y finalmente su padre, el Duque Leto Atreides, al que debe ser el estratega, señor y líder definitivo.

Vamos, que el chavalín ha nacido para hacer las de dios es cristo: Es como un multiclase pero muy pasado de rosca. A eso hay que sumarle que es el elegido en nosecuantas cosas, de modo que solo nos queda avanzar en la historia y ver como el personaje se vuelve cada vez más y más pajas.

Y sin embargo, Dune es una obra de gran y merecida reputación, a pesar del Marysueismo de Paul. ¿Por qué? Para empezar, porque no comete uno de los errores más célebres del marysueismo, que es la falta del desafío. Normalmente, una marysue suele ser tan pajas que tumba a sus enemigos como le da la gana, cosa que a Paul le está costando (aunque es un poco vergonzante ver como cada Fremen raja a la hostia de Sardaukar, los soldados de elite del emperador, para luego ser dos de ellos reducidos de buenas a primeras por Paul y Jessica, estando estos desarmados, cosa que los Sardaukar no estaban).
La historia tiene mucho interés, y da atención suficiente a los demás personajes como para no hartarte de tanto Muad'Dib. Paul ha de ser un poco Angsty sue (la marysue a por la que van todos sin motivo), ya que tiene en su contra la hostia en verso, pero bueno. No haremos caso de ello...

El personaje que me está gustando, entre su bastardía, fuerza y criminalidad (y por la escena del enfrentamiento contra el esclavo Atreides), por no hablar de que me encanta como suena su nombre: Feyd Rautha Harkonnen





Mi queja con respecto al libro es que es muy moralista, en el aspecto de que los Atreides encarnan las virtudes: Son sabios, justos, buenos líderes, precisos, honestos, carismáticos... Mientras que los Harkonnen son retorcidos, traicioneros, viciosos, grotescos... El Barón es lo peor: Un violador de esclavos jovencitos, drogados y prescindibles, mientras que Feyd es un putero vicioso, asesino, tramposo, traicionero y cruel.

Pero aún así, está siendo un gran libro. Leedlo. (En un par de días lo habré acabado y completaré esta entrada)