Hace mucho que no escribo, y va siendo hora, ya que este país se ha visto convulsionado recientemente. Las cosas cambiaron y luego volvieron bruscamente a su cauce, no por la fuerza, sino por la ignorancia, la desidia, el miedo y el fanatismo.
Sin embargo, para hacernos a una idea de la calidad de gente de la que se va a hablar en este blog en breves, una pequeña muestra: Disfrutad
este video.
Y tras esto, hablaré de las elecciones.
Y la gente habló.
No fue cosa de uno o dos, y no hubo listillos voceras con megáfonos intentando convocar masa humana en torno a su figura. Simplemente, hubo una idea. Una idea de justicia, y de lucha contra abusos que una clase dirigente se había otorgado a sí misma.
La idea era pequeña y vulnerable, como una bola de nieve, y se habría derretido de quedar expuesta al calor. Al contrario de eso, la bola cayó por una cuesta y se fue haciendo grande. En cuestión de horas, o días, había esto.
Y esto, damas y caballeros, es una protesta. Os recomiendo echar un ojo a la web
Cuanta Razón, donde podréis ver algunos de los eslogans más acertados convertidos en motivators.
La protesta avanzó contra viento y marea, y contra el desprecio de los políticos y el silencio de los medios. El Washington Post fue el primero en hacer eco de la que aún se llama Spanish Revolution.
Y eso pretende, pero no va a haber armas. No queremos armas. Queremos cambios legislativos coherentes y sólidos. Queremos que el voto que cuente sea el de los ciudadanos, queremos que los potentados respondan ante la ley del mismo modo que lo hacen los humildes, y queremos que los ricos aporten con sus impuestos, pagando por mover sumas de dinero. Queremos que nuestra vida no se vaya a la mierda al ser expulsados de nuestro trabajo precario y con ello, no poder pagar nuestra hipoteca, lo que nos dejará en la calle y endeudados de por vida.
El medio para lograrlo fue el ejemplo. El civismo, y la manifestación libre y pacífica de unas ideas. Esta expresión se nos permite por las libertades que concede la democracia, y eso es lo que queremos respetar y mantener. No hubo altercados y en todo momento los acampados colaboraron con la policía para evitarlo, pese al desprestigio y las injurias volcadas por algunos fanáticos descerebrados desde la radio y la televisión. Hablo de vosotros, Federico Jimenez Losantos, César Vidal y el programa de Intereconomía "El gato al agua": Con vuestras mentiras y vuestra basura habéis intentado deslegitimar lo más sagrado: La voluntad de un pueblo, expresada por los ciudadanos uno por uno.
Luego llegaron las elecciones y se desarrollaron de forma pacífica y ejemplar, y hoy... España es azul. El Partido Popular, actual partido de la oposición, se ha hecho con la mayoría de los votos, ganando incluso en ayuntamientos que historicamente siempre le fueron contrarios, como en A Coruña, donde pasó de golpe de la oposición a la mayoría absoluta. Esto sucedió tras campañas "ejemplares" y mostrando candidatos "intachables". El PSOE fue cazado en un caso de corrupción infame en el Mercasevilla y perdió Sevilla. El PP fue cazado en otro igual de importante o mayor con la Gürtel, y su número de concejales ha subido. Uno, casi no sabe que decir. Es cierto que el votante de la derecha es disciplinado y vota siempre. Es como quien sigue a un equipo de fútbol, y lo apoya, pese a lo acertado o fallido de sus decisiones. Pero esto no es fútbol, sino política, y porque el Depor haya bajado a segunda, no significa que el país se vaya a la mierda.
La izquierda, más crítica con sus candidatos, y siendo una opción más generalizada para un país de currantes ha mostrado las cosas como son: Si es necesario, la gente que no suele ir a votar, irá, y así la izquierda gana. Si los indecisos y descontentos no votan, la derecha gana. Por lo tanto, el mayor enemigo de la izquierda, no es la derecha: Es la abstención.
Esta vez, con motivo de las protestas y el descontento, la gente tenía una idea clara. Votamos "socialista" en las generales dos veces (si sigues este blog, conocerás al partido del gobierno por el apodo que tiene aquí: El Partido Español, ni socialista, ni obrero), porque esperábamos socialismo, y tuvimos mierda. Hubo ayudas, pero se gestionaron mal y solo sirvieron para promocionar otras formas de corrupción, como el Plan E, del que muchos municipios sacaron tajada.
Esta vez hubo un resurgir de partidos pequeños, y de pequeños representantes, con ideas igual de válidas. Estos, sin el apoyo del voto útil, obtuvieron representación mínima. A veces, incluso nula. Sin embargo, ahí queda.
Otro punto en común, fueron los votos en blanco: 50.000 en total. El triple de los contados en las últimas elecciones. No hay mayor síntoma de que la gente esté cabreada.
Y sin embargo, la derecha ganó, y lo hizo mostrando un claro desprecio por la gente que había acampado pidiendo más justicia. Lo que nos espera, como dijo hoy El Gran Wyoming, es "Rebajas Mariano", con su futura oferta de despidos.
La derecha es disciplinada, la izquierda es crítica.
¿Lo más triste? La imagen de sus votantes aborregados: Cuando ganó ZP, el grito ante su balcón en el 2004 era "No nos falles". Este domingo, en la calle Génova se gritaba "Yo soy del PP, del PP, del PP".
Lo dicho: No son votantes, son ultras.
Solo espero lo imposible: Que el 15M acabe con la Ley D'Hont (si no sabes que es,
infórmate y cabréate).
A partir de ahí, ya hablaremos de democracia y de representación.
Mientras tanto, semper fi. Y si habéis votado minoritario, conforme al #nolesvotes, nulo o en blanco (ergo: jodeos, os odio a todos), contad, además de con mi saludo, con mi respeto.
Ukio