Breves


lunes, 4 de noviembre de 2013

Sálvanos Ender.




Tras bastantes años va a salir la novela cumbre de Orson Scott Card en el cine. Casi 30. Una novela que tuvo mucho más éxito que las que serían publicadas posteriormente, quizás porque en esta el autor deja algo más de lado su ideología.

Orson Scott Card es muy de derechas. La gente dice fascista (demasiado fácilmente, de hecho), pero lo que Card es se llama "Mormón". Y es algo que, una vez creces ahí, es muy difícil salir, suponiendo que puedas llegar a querer salir. Card, como buen Mormón, se opone al matrimonio homosexual utilizando términos tales como "enemigo mortal", es negacionista del cambio climático (pero no se opone al estudio de fuentes de energía alternativas), y evidentemente, la religión va primero.

Supongo que si no lo sabíais, y sois lectores habituales de este blog (con lo que es muy probable que cojeéis del mismo lado que yo), sentiréis ahora mismo una suerte de rechazo. Yo no lo sabía cuando me leí El Juego de Ender en esta edición (hace 4 años, así que perdonad a mi maltratado cerebro por sus pérdidas de memoria):




Que voy a deciros: El libro me encantó. Desde la infancia de Ender, pasando por sus jornadas de entrenamiento, o de ocio deportivo, que no eran otra cosa que más entrenamiento. Asimilé absorto cada página, avanzando en la historia del joven Ender y sus hermanos. De las consecuencias de esa guerra contra esa amenaza de insectos alienígenas, y como sus hermanos se aprovechaban de esa situación para convertirse en líderes de opinión. 

Así en versión light, os recomiendo mucho leer la novela. La podéis encontrar en edición de bolsillo a precio de risa, o dejaros unas pelas en estas reediciones talegueras que van a sacar con fotos de la peli en la portada. Ahora, si ya la habéis leído, o estáis dispuestos a comeros spoilers a cambio de entrar en harina, seguid leyendo. 

Ye there be Spoilers...


Imagen sacada de un alt art thread de 4chan. Sea quien sea el autor, es él el autor y no yo. 


La historia contiene mucho más de lo que parece. Desde una horda alienígena que funciona como mente colmena (insectos, al fin y al cabo), todos en una igualdad de no-cerebro, bajo las órdenes de una reina, demuestra una intención de criticar al comunismo, todo eso para seguir con el hecho de que Ender perdone a la larva de la reina, lo cual sienta dos cosas. La primera es un punto compasivo por parte de Orson Scott Card, dejando claro que una cosa es rajar a una puta raza entera en legítima defensa, y otra es erradicarla totalmente cuando ya no son una amenaza (pese a que sus argumentos para dejar claro que no volverá a haber una guerra contra los insectos jamás son un tanto peregrinos). 
El segundo punto es la posibilidad de la compasión: Como nosotros, los humanos, los buenos, ganamos, ha habido una posibilidad que no fuese el exterminio total, sino el perdón. Si hubiesen ganado las hordas mente-colmena, no habríamos tenido esa suerte. Everything went better than expected, que dicen los memes. 


Los aspectos de los hermanos también son curiosos: El hermano mayor de Ender, Peter, es un puto psicópata de la peor calaña. De los que antes de arrancarle las alas a una mosca y quemar sus patas, se aseguran de que la mosca tiene familia y están mirando. Es fascinante como el autor entiende esto como normal hasta cierto punto: No es raro buscar la simpatía del lector por el método "Angsty Sue", que para los que no lo conozcáis, es una versión de la Mary Sue basada en que todo el mundo le da palos al prota sin motivo, y se va de víctima. No acaba de ser el caso, ya que Ender cuenta con el apoyo de su hermana, Valentine, y de sus mentores. 

El punto en el que vemos que el hermano mayor de Ender es un psicópata se ve sobre todo en su alianza con su hermana para defender públicamente al chaval al que martirizaba. ¿Es acaso un sabio que asume el papel del malo por un fin? No muestra que le importe, y a diferencia de las historias habituales, donde aquellos que maltrataron al prota cuando era débil, Peter tiene como único castigo el hecho de que siempre vivirá a la sombra de Ender. Es un detalle casi menor de la trama, pero son esas cosas que rascan. Algo no acaba de encajar y las ruedas dentaras hicieron un ruido raro un momento, aunque no se parasen. 

Ambos entran en foros, redes sociales y demas grupos informatizados de debate (si, en una novela del año 85), Peter bajo el avatar del moderado Locke (si John Locke fue moderado, ya, y Hitler un garante de los derechos fundamentales) y el xenófobo exaltado Demóstenes para Valentine (el psicópata es el moderado y la comprensiva es el racista gritón?) todo ello para alertar a los líderes mundiales de las intenciones expansionistas de los países vinculados al pacto de Varsovia (No solo hay comunistas en el espacio, también aquí!!!).


Ese final inesperado de la guerra en la novela, esa trampa que nos tiende el autor, es una salida muy inteligente para los problemas "logísticos" que supone reflejar acción trepidante en una novela. 
Sin embargo, al final peca del "todo sale bien". Pese a que Ender encara varios reveses, y la tensión sobre él es enorme, es el único que carga con el peso de las putadas en la novela, mientras que al resto de protagonistas todo les va con bastante facilidad. 


Pero el punto que me llama la atención es el hecho de, ante una amenaza mayor, arrancar niños de la escuela para convertirlos en líderes militares, quieran o no. Por un lado, está el respeto a sus derechos, a lo que quiera hacer con su vida. Por otro, la extrema necesidad, con la extinción llamando a la puerta. Quizás aquí se vea el "fascismo": La unión con el fin de hacer la fuerza, el enfrentamiento a un enemigo. El punto existe en si esas medidas deben perdurar tras la necesidad. Tras la guerra. Y aquí si. Ender se convierte en el líder de la humanidad. Un líder que no se ve envuelto en ella. Libre del influjo de la relación con el pueblo al que gobierna para llevarlo por el buen camino... Me da la risa: Un Dios. 




No es una novela de profundidad extrema, o al menos, así la recuerdo, pero si suficiente. Es atractiva y tiene un buen ritmo. Os la recomiendo mucho, antes de que os pretendan cobrar 20€ por un tocho en letra gordaca para justificar el precio en kilos de papel. Y entonces, opinad. 


Semper fi


Ukio