Breves


miércoles, 27 de febrero de 2013

Refritos, refritos...

Intentando obligarme a escribir, he ido dejando muchas cosas atrás sin convertirlas en una entrada, a causa de pensar que "no eran lo suficientemente importantes". Que guay se le dan las excusas a mi vagancia, ¿eh? Pues bien, dedicaremos esta entrada a algunos refritos de cine que he visto últimamente, dos con la particularidad de ser iconos en la filmografía de sus actores principales: La primera como obra maestra y la segunda como reflejo de su peor época. Desafío Total y Juez Dredd. 




Desafío Total, o Total Recall, si lo prefieres. 


La película original es un clásico del Schwarzenegger más pletórico: Acción, frasecitas y violencia. 


Sin embargo, pese a que podría catalogarse como "una peli más del Chuache", esta es mejor. Las frases son mejores, las escenas son mejores, hay más huevos a mostrar sexo y violencia, ¿Y por qué? Por el director: Paul Verhoeven, el hombre que nos mostró que un personaje de Robocop era corrupto cuando lo vimos esnifando cocaína en las tetas de una puta. ¡Eso es estilo, joder! ¡Así es como mola! Una obra maestra llena de violencia que se las busca para mostrar carne a la mínima. ¿Y sabéis que es lo mejor? Paul Verhoeven ha hecho una de las películas más orientadas a mostrar tetas de la historia: Showgirls, y lo hizo como venganza porque en Robocop no le dejaron meter todo el sexo y violencia que quería. 

Sin embargo, aquí lo mejor no solo está en el director, sino en todo lo que rodea al Chuache y a su personaje. En especial me quedo con Richter, el villano interpretado por Michael Ironside: Uno de los mayores cabrones de cine de los ochenta. 

Todos sabréis la historia: Douglas Quaid es un trabajador no cualificado que se gana la vida día a día y está casado con un pivón de escándalo, interpretada por una joven Sharon Stone. Desea viajar a Marte, pero no puede permitírselo, así que acude a una empresa que injerta recuerdos falsos acerca de ese misterioso viaje. Sin embargo, algo no saldrá bien del todo...


Es una película divertida, interesante, y un gran ejemplo de lo que se podía sacar de los efectos especiales en 1990. Realmente, una película genial y divertida, que no merecía un remake... Pero lo hicieron. 



No es ninguna maravilla. Realmente, sirve para entretenerte durante hora y media y poco más. No me gustaron muchos detalles, como eso de intentar dar profundidad a la confusión de Quaid con pesadillas, sueños raros y confusión, o desde luego, que desapareciese Richter. No hay "Marte", no hay mutantes, no hay una mierda. Las escenas de acción tienen una coreografía más elaborada, más "a la mode", con krav magá y desarmes acojonantes, pero poco más. 
Los efectos especiales son vistosos, pero no deja de ser fondo verde y a dar cera. Sin embargo, es como cuando en el Episodio I de Star Wars sale la palabra que destruyó la saga: Midiclorianos. En cuanto ves eso, ya sabes que se han cargado la mística por completo. 


Si no habéis visto ninguna, sin duda, la vieja. 






Y ahora, Juez Dredd.




Stallone en los 90 no sabía que hacer de su vida, así que intentaba seguir con trama futurista, pero sin lograr gran cosa. Demolition Man es genial: Muy divertida, tiros, chistes, hostias y el precioso culo de Sandra Bullock. Sin embargo, Dredd no está ni cerca de esa consideración. Los chistes de "Yo juzgaré" son baratunos y cutres. Armand Assante hace un villano decente, pero en cuanto aparecen además los chistes de Rob Schneider es para pegarle. 

Sin embargo, alguien que por lo visto, si leyó los cómics de Juez Dredd, hizo esto:


Y es una pasada. Pete Travis ha dirigido una buena película de acción. Con pocas flipadas y muchas escenas más dedicadas a mostrar un desafío para el protagonista que a que este se luzca. Aparece la aspirante a Juez Andersson, y es fiel al cómic. Los efectos especiales son los adecuados, y lo mejor de todo es la recreación de Megacity, no como simple ciudad futurista, sino como ciudad futurista de mierda, sin vestir a la gente con látex ni putos trajes de astronauta, pero si con los detalles suficientes para que veas que es un futuro distópico en toda regla. 
Karl Urban muestra un Dredd real, incapaz de acojonarse ante nada, plano, pero realmente ese es el personaje. Andersson pone el "toque humano", pero sobre todo lo que hay que tener en cuenta es el punto que aporta Lena Headey (Cersey en Juego de Tronos), haciendo de Ma-ma, la villana de turno. Una psicópata inteligente y temible. 
Sin duda, os recomiendo que la veáis. La de Stallone solo sirve para verla con birras y colegas y reírte de lo mala que es. 


Hala, ahí tenéis algo para entreteneros. En serio: Ved Dredd.


Semper fi.


Ukio

miércoles, 20 de febrero de 2013

Escribe, tío... Escribe

Joder, ni una triste entrada de año nuevo, y así, en la segunda mitad de Febrero, aparezco por aquí, a las 4:30 de la mañana, ojeroso y tirao... Menos mal que uno siempre puede confiar en mi fanatismo por Queen, ya que así nos aseguramos el necesario saludo del 24 de Noviembre a aquel que, durante mi adolescencia, me mostró la grandeza...


Supongo que no anunciaré esta entrada en twitter, solo para que la lean los habituales y punto, ya que vamos a hablar un poco de como van las cosas.

Trabajo de abogado, si, pero no cobro ni estoy en un despacho. Simplemente echo una mano al amigo o conocido ocasional. De hecho, he tenido un desengaño bastante gordo recientemente que me ha costado tiempo y dinero. Y de lo último no ando sobrado precisamente.

Pero bueno: Haremos un pequeño anuncio. Tengo tiempo, y aunque lo dedico sobre todo a mirar infojobs y a jugar al Battlefield 3, he decidido que va siendo el momento de retomar Azoteas. Si, ese blog de relatejos en el que unos colegas (posteadores habituales de por aquí, de cuando yo también era un escritor habitual) y yo escribíamos pequeñas historias en el Midgar del Final Fantasy VII. Al fin y al cabo, si hay un momento para retomar la escritura, ese es cuando uno está desempleado.

También he estado viendo algunas pelis, muchos refritos y demás. Debería poner algún comentario. O quizás videojuegos, incluso.


No sé... Sin embargo, tengo tiempo de hacer cosas. A ver que sale.

Es más, realmente me acabo de dar cuenta de que este mes era el aniversario del blog. ¿Cuantos van? Creo que 5 años. Si. Acabo de verlo, esa entrada del 4 de Febrero de 2008, en la que hablaba de que no me gustaban como concepto, que eran para gafapastas amantes de mirarse el ombligo.

Al menos, aún me resisto a tener facebook... Pero como acababa en aquella entrada: The sensei is in.


Semper fi.


(con menos pelo, más canas, y enfoques distintos, pero aún) Ukio