Breves


miércoles, 29 de octubre de 2008

El peregrinaje (o "Vivir y morir en la capital", versión extendida)

Estimados... vosotros que me leéis (Probablemente mi humor negro ya os ha hecho perder todos los vínculos restantes que os ataban a la especie humana. Es lo que pasa cuando uno se ha criado escuchando cosas como "Paralís", "Die papieren, Juden!!", "My neiben" (o como se escriba) y demás delicias). En fin, que vuelvo a desvariar (como siempre): He aquí el relato.


La situación empezó el domingo por la tarde, camino de Maceda. Nada como encomendarse a los suegros antes de hacer un viaje con la novia. Podría ser por saber como reaccionar en caso de posibles arroutadas de la susodicha, para buscar setas o ir al monte a cualquier otra cosa (que al final no vas), o simplemente porque llevas mucho tiempo sin ir (mis suegros son geniales, pero en maceda no hay rol, y los dos garitos que molaban murieron).

Añadimos aquí un interludio en el que quedé para comer con Teo, uno de los heavys más míticos de Zamora, una ciudad mítica por lo heavy que es (tiene más garitos que Coruña, teniendo la cuarta parte de habitantes de esta). Lástima no haber podido salir de juerga por ahí... Y ya os comentaré los discos que me pasó teo, de My Dying Bride, Tiamat y demases (mola la versión de Tiamat de Sympathy for the Devil, aunque me habría gustado más si llegase a "estallar" en algún momento, en lugar de mantener el ritmo).

¿Que decir? La verdad es que no se hizo nada excesivamente relevante ahí. La cosa ya va a mayores en la segunda etapa: Salamanca. Ahí uno se enfrenta a la vida en una hippy-casa, hablando de geología y okupación, con personas que estudian cosas de las que nunca has oído hablar (¿Mande lo que? ¿"Educador social"?) y que llegado un momento de la conversación, uno pierde los modales y dedica su participación en la conversación a estar fumado jugando a la nintendo DS mientras hace comentarios ocasionales. Incluso tuve mis escarceos con el vegetarianismo (veganismo incluso...), probando la "Paella de la huerta". Genial... De no ser porque cuatro o cinco de las cosas que no soporto están en ella, como la cebolla, el ajo o los pimientos. Aún así, me la comí (toda... menos lo arriba mencionado), en un ejercicio de abstracción en el que me imaginaba que era un animal muerto, con las correspondientes y hermosas caras de consternación horrorizada cuando lo dije en alto. Lo siento, pero soy abogado en ciernes. ¡Necesito ese aporte de depredación a mi dieta! (mmm... Me apetece entrecot).

La noche de Salamanca era más o menos como la recordaba, con el aliciente de conocer gente nueva. Aprovecho para saludar a Caracol, Sofía e Irene, con los que lo pasé de puta madre, y dar gracias a las dos últimas por invitarnos a su casa (¡pero podrías haber traído ramen para todos!). Espero que a Irene no le doliese demasiado tener que madrugar luego. Siento ser tan cafre, pero llevaba cosa de 2 o 3 años sin salir de juerga por ahí.



Tenemos fotos de Loire sin estar arreglada, lo cual fue todo un dolor, ya que no veáis como se ocultaba. Así pues, no las mostraremos por respeto. Todo aquel que quiera verla, que sepa que yo la absoluta mayoría de las veces soy sobornable en cervezas.



Siguiente parada: Madrid. Esta vez he tenido tiempo de conocer la capital de forma un poco más detallada, viendo el Prado (El cuadro de La Rendición de Breda esta genial, y me gustó también la época negra de Goya, con El gran cabrón, Saturno devorando a sus hijos, o el Duelo a garrotazos. Sin embargo, la pintura sigue sin ser lo mío).
También probé el Kentucky Fried Chicken (gracias a Lucas) y me eché unas risas con cafrerías derivadas gracias a Yari. David fue un buen guía, y nos invitó a todos a probar la leche de Brontosario (en un garito que está en Malasaña, el Diplodocus. Con ello quiero recalcar que, a pesar del nombre del combinado, NO ESTÁ EN CHUECA).
Tuve un pequeño round con Lucas (ánimo, chaval... Algún día podrás conmigo... ¡En sueños!), probé los petas perfectísimos de Yari (normalitos, más bien... XDDD) y nos cruzamos con Quique San Francisco.
La juerga acabó en el Excalibur, con gran cansancio (pasarte una hora en un bus te corta el rollo de mala manera. Deberían dejar hacer botellón en ellos), entre litros de Mahou (allí donde fueres, bebe lo que tengan, Sancho), escuchando clásicos y charlado de rol (algún tema en común tienen que tener un trabajador del sector de la informática de 32 años y dos Post-Adolescentes de 18 y 19 para que los hagas hablar).

Me quedó muy buen sabor de boca, y la verdad es que quiero volver. Me jodió no haber podido resucitar para ir a comer con David al día siguiente.

PD: El congreso de los diputados, aunque parezca más grande en la tele de lo que es en realidad, mola igualmente.



En el concierto hay que mencionar dos cosas: Uno de cada 10 madrileños (concretamente el absoluto pijo retrasado que teníamos delante) es subnormal (Mira, maricón. Si lees esto, que sepas que como te vuelva a ver en un concierto diciéndome que no salte en el foso porque lo quieres grabar para verlo en tu casa porque eres un chupapollas demasiado retaco para ver por encima de los demás, y demasiado pijo que se cree guay como para estar en las gradas, te voy a meter la batería por el culo y me voy a quedar tu tarjeta de memoria). Y añadiré que los seguratas de Madrid, en su mayoría, tienen el extra de subnormalidad que les confiere la chulería de creerse guayses aunque sean un calvo de mierda.

Y ahora... EL VERDADERO MOTIVO PARA RECORRER 600 KM...

QUEEN.





(o algo...).

La verdad es que esta vez no voy a ser tan benévolo como fuí en mi crítica anterior de Paul Rodgers. Es muy simple: Su nuevo disco, The Cosmos Rocks es jodidamente deplorable... Es decir, si, hay canciones que molan, pero otras son tan... ¡Dios! Es decir, esa puta música había cambiado mi vida cuando yo tenía 13 años y prácticamente ni siquiera sabía que hacer, salvo jugar a la supernintendo y sacar notazas en asignaturas de ciencias. ¡Ahora no cambiarían nada! Canciones como C-Lebrity son entretenidas pero estúpidas, es decir, ¡ERES EL PUTO BRIAN MAY! ¡NO ME VENGAS CON MIERDAS! ¡SI TU COLEGUITO PAUL RODGERS QUIERE VOLVER A FOLLAR CON QUINCEAÑERAS, QUE SE LO BUSQUE, PERO TU NO DEBERÍAS IR CANTANDO POR AHÍ I WANT TO SEE MY FACE ON TV! ¡TU HAS CREADO HAMMER TO FALL! ¡WHO WANTS TO LIVE FOREVER! ¡PRINCES OF THE UNIVERSE! ¡DIGNIDAD, JODER! ¡DIGNIDAD!
Títulos como "Surf's up... School out". Señores... Tenemos cincuenta y pico años. ¡NI SIQUIERA ROGER TAYLOR PARECE JOVEN YA!

Como montar una batería, por Roger Taylor:

Lección 1: Tu toca un solo de la hostia con lo que tengas y que te vayan trayendo cosas mientras.
Lección 2: Solo de bajo opcional.
Fin del curso.




















Luego viene Brian May, y ... I'm in love with my car! (Mirad toda la parafernalia)



Creo que Paul Rodgers está aprovechándose de eso. Por muy amigos que sean, son Brian May y Roger Taylor, joder. No pueden convertirse en un grupo a la medida del cabrón ese. Creo que sus estilos son incompatibles. A Rodgers le gustan las rockeradas, y no es malo, pero son rockeradas bastante "convencionales". Tocaron "Bad Company" y la verdad es que fue un momento bastante mítico. Incluso me habría gustado escuchar "Feel like making love". Sin embargo, las cosas claras: Paul Rodgers no es un buen cantante para Queen. Tiene un punto de rebeldía, pero no tiene estridencia. No sabe ser operístico y majestuoso, sino que es callejero. No es que sea malo, sino que son estilos incompatibles.
Nuevamente no puedo sino admirar los increíbles cojonazos que hacen falta para intentar llenar el hueco dejado por Freddie Mercury, mas grande que un millón de Wembleys donde se dieron esos conciertos tan míticos. Es simplemente imposible: Un ciudadano de origen Persa, nacido en una colonia británica de África Oriental revolucionó el mundo del Rock & Roll occidental para siempre. Punto. Cualquiera que ose discutir esto, es gilipollas.
El estilo callejero no casa con muchas de las canciones míticas. Cuando Paul Rodgers intenta imprimir su toque personal, lo hace por encima del que Freddie ha dejado, y no logra sino descologar al público y dejarnos con una mueca que dice "nooo... no hagas eso...". Es como si alguien creyese que la Gioconda estaría mejor como un graffiti que como un cuadro al óleo, o intentar hacer la cabalgata de las Walkirias sin una sección de viento metal. No. Lo sentimos mucho, pero no.

Aún así, Brian May y Roger Taylor, como siempre, han sabido dejarme clavado en el sitio, con un genial solo de Brighton Rock que desembocó en Bijou, y con un solo de Batería (a plazos) que nos hizo flipar a todos. El concierto en si fue corto, para ser un grupo con la carrera de Queen, que tienen éxitos suficientes para llenar un día entero.

Brighton Rock. De esta imagen saldrá un relato SI o SI.



Damas y caballeros... Con todos ustedes: DIOS.








Sin embargo, me uno a lo que dicen los fans. Este grupo no es Queen. Si se ponen cualquier otro nombre, aunque hagan canciones al más puro estilo de Rock callejero de Rodgers, yo iría a verlos, palabra de fan. Y si tocan algunas de las míticas en concierto, mejor que mejor. Sin embargo... La leyenda no debería tocarse.

Dos cosas, aún así, son inmutables:

1) Will es un rajao.
2) Semper fi.


Ukio.


lunes, 27 de octubre de 2008

Vivir y morir en la capital.

He estado desaparecido a causa del viaje que me llevó primero a Maceda, luego a Salamanca y acabó en Madrid, donde vi el concierto de Queen + Paul Rodgers. Eso explica mi falta de nuevas entradas. Ya editaré esta para contaros como fue.

Semper fi.

Ukio.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Combustión y fuerza

Hoy voy a relataros una de mis pasiones: Los coches. Esto se debe a que este sábado he ido al salón del automóvil de A Coruña, y en breve haré una entrada con lo que allí he visto.

Sin embargo, soy un bastardo enamorado de los tecnicismos. Así que antes de la ya mencionada, dedicaré esta entrada a dar una pequeña lección sobre automoción.


Empecemos por lo que mueve al coche: El motor. Un motor es algo tan simple como un cilindro hueco, con dos aberturas por un lado. Las aberturas son las válvulas. Por una de ellas entrará la mezcla (combustible y aire), y por la otra se expulsarán los gases resultantes de la explosión. Entre las válvulas hay una bujía. El funcionamiento es sencillo: El pistón, el bloque ese que hay dentro del cilindro, comprime la mezcla, empujándola hacia la bujía. Esta emite un chispazo eléctrico y produce una explosión, que producirá gases. Estos, al estar ardiendo, se dilatan, empujando el pistón hacia abajo y moviendo el cigüeñal, que es la barra retorcida a la que estan conectados los pistones. El cigüeñal transmitirá el movimiento a las ruedas.



Algunos motores usan cuatro válvulas por cilindro. Ello maximiza la entrada de mezcla y expulsión de gases. Su rendimiento a bajas revoluciones será menor, pero a medida que empiecen a subir, este motor será uno de los que marcan la diferencia. Seguro que habéis visto miles de coches con la insignia de 16v en el maletero.


En cuanto a la bujía, ahora el encendido de la chispa es electrónico, lo cual produce mayor voltaje, mayor temperatura y mayor dilatación. En resumen, se aprovecha más la mezcla. Sin embargo antes se usaba una pieza infernalmente compleja pero bien ideada, llamada Delco (Delco es solo la marca que los fabricaba, lo cual lleva a que a la pieza se le llamase así. No se cual es el nombre original. También fabrica Starters, que son algo distinto, como bien explica un tal Mario en los comentarios). He aquí una imagen del delco, cortesía de un anónimo



Aqui podéis ver el motor que muchos coches usan:



Este motor es muy comun, el SOHC (Single Over Head Cam). Los hay de 16 válvulas también. Una versión más poderosa es el DOHC (Double Over Head Cam).



Este motor es el que usan coches como el Mitsubishi Lancer Evolution o el Honda Civic Type R.


Siguiente punto, sabemos como funciona un cilindro. Ahora... ¿Como poner varios? La disposición más común, como bien habréis podido ver, es situarlos en línea. Luego se colocan bajo el capó en sentido perpendicular al coche, de modo que en un coche normal (tracción delantera) transmiten la fuerza directamente a las ruedas. En un coche de tracción trasera, lo más común es colocarlo longitudinalmente, de modo que la fuerza vaya a un eje de transmisión que lo comunicará con el eje trasero.
Estos motores los hay actualmente con tres (Opel Corsa de gama baja), Cuatro (la mayoría de los coches de gama media) y Cinco cilindros (Volvo 2.4, por ejemplo). Solo hay una marca que sigue usando motores de 6 en línea: BMW. Este motor es el que hizo famosos los míticos Nissan Skyline R32 y R34.

Una forma de aprovechar el espacio es colocar los cilindros en V, con un ángulo de unos 60º entre si. Aquí tenemos un pequeño (si, en serio: Pequeño) V6 de Audi.



Un motor en V implica más cilindrada, y por lo tanto, más potencia. Si os parece impresionante ese bastardete de Audi, es que sabeis contar muy poco. La mayor cantidad de cilindros de un motor en V para automóvil es 12.



Por esto llamaron "Vencedor" al último Aston Martin.

Sin embargo, los motores en V tienen un defecto: Poco a poco, van retorciendo el cigüeñal (milímetros, pero bueno). Para mayor conservación, se recurre a motores en W. Hay dos formas de hacerlos: La normal y la de Audi.

Un motor en W12 normal tiene tres filas de cuatro cilindros, una vertical y dos inclinadas. Esto, según la wikipedia. Claro que Audi lo ha hecho de otro modo: ¿Como hacer un w12? ¡Con dos V6!




El siguiente es de mis favoritos: El Boxer. Es el que utiliza Subaru. Consiste en situar cuatro cilindros opuestos dos a dos, horizontales. De este modo, la vibración del motor es mínima y se aprovecha más el movimiento.



Boooniiiiitooooo...

PD: La pieza de ahí, la que pone STI es el intercooler y sirve para maximizar el rendimiento del turbo enfriando el aire que entra en él.


Por último tenemos la bizarrada de Mazda: El Wankel. Solo esta compañia japonesa ha logrado aplicar de forma eficaz este motor a un coche, y es la insignia de sus modelos más conocidos, como el RX7, el RX8 o el MX5. El motor consiste en una rotor triangular dentro de un cilindro.



Este hijo de su madre desplaza combustible como si fuese un motor de cilindros, normal, que tuviese entre el 150% y el 200% de su cilindrada. No veais las bastardadas que hacen con cuatro rotores, pensando en Le Mans.



Tenemos un motor, bien... Ahora... ¿Donde lo colocamos? Hay cuatro opciones. Lo normal y más cómodo es colocar el motor delante. Para colocar el motor detrás, hay dos opciones. La primera es el midship, con el motor entre los ejes (Toyota MR2, Ferrari...) y la segunda es el motor trasero (tras el eje, como los Porsche).


¿Y la tracción? Tres opciones nuevamente.

Delantera.





Trasera.




Y 4x4, o AWD (All Wheel Drive)




Como veis, todos tienen sus encantos.


En fin. Entrada cultural para todo aquel que quiera saber algo de coches. Me sorprenderá que mucha gente llegue hasta aquí, y si es tu caso, espero que lo hayas disfrutado.


Semper fi.

Ukio

viernes, 10 de octubre de 2008

Una nueva forma de ser violento.


Este es un homenaje a Vinnie Jones, el cual ha hecho méritos como pocos para aparecer en mi admirada lista de bastardos. Sin embargo, antes de eso, he de felicitar a mis lectores por su participación y por tomarse el tiempo de responder a los juegos de preguntas absurdas







Bien. Hoy os hablaré del personaje en el que lo conocí, el genial Tony Dientes de bala, en Snatch Cerdos y Diamantes, de Guy Ritchie.




- ¿Que haces, Tony?
- ¿Que qué hago? ¿A ti que coño te parece que hago? ¡Conducir calle abajo con tu cabeza metida en la puta ventanilla! ¡Eso es lo que hago!

Genial. Simplemente genial. Este tío es violento, pero a la vez también es inteligente y tiene cierto estilo, y elegancia. Es increíble, y muchos darían el cojón derecho por ser como él. Sin embargo ahí está. La verdad, siempre que lo veo en una peli siento una garantía de que, sea buena o mala, me voy a divertir con sus escenas.
Como anécdota curiosa, os comentaré que tiene este señor, Vinnie Jones, tiene la meritoria y honorable marca de la expulsión de campo más rápida: Unos diez segundos. Como se nota que jugó en la selección de Gales.
En fin... Os dejo con un vídeo para que veáis toda la genialidad del personaje.
No se si habré logrado poner el vídeo de Youtube... En fin...

Semper fi.
Ukio

miércoles, 8 de octubre de 2008

El sargento hijo de puta.



¿Quien no recuerda a este inmenso hijo de la gran puta? El personaje interpretado por Robert Lee Ermey, en la película "La Chaqueta Metallica", de Kubrick, es el epítome de todo sargento cabronazo masticaescrotos y pateacaras. Nadie, absolutamente nadie, logró llegar tan lejos con ese personaje, aunque Clint Eastwood, en "El sargento de Hierro", con su interpretación del sargento de artillería Highway ha logrado hacerse un hueco con grandes frases y grandes hostias entre la lista de mis personajes favoritos.

La pregunta es: ¿Como es que ninguno de esos pequeños pringaos que desfilan en calzoncillos no ha llegado a ser oficial (seguro que alguno lo logrará alguna vez en la historia) y le ha ordenado aliviar a la mascota del regimiento en periodo de celo? Evidentemente, esto no le pasará nuestro querido sargento Hartman, por obra y gracia del recluta Patoso. Pero si algo sobra en la historia del cine, son sargentos hijos de la gran puta. No hay más que ver películas como El Sargento de Hierro, Cuando éramos soldados, Starship Troopers (este era especialmente cabronazo)...

Opinad bastardos!! Opinad!!! JIAJIAJIAJIAJIA


Semper fi.

Ukio.

lunes, 6 de octubre de 2008

Entrada estúpida

Vamos a ver quien tiene los huevos de descubrir la estupidez humana y sus límites.



Paso 1: Abrir google.



Hasta ahí es fácil, eh? Pues sí: Tan simple como acceder a tu buscador de información favorito, abrirlo y volver aquí para ver el temible...



Paso 2: Eliminar filtros.


Esta ya tiene algo de miga: Solo tenemos que ir a esos pequeños enlaces que tenemos justo a la derecha de la barra de búsqueda. Allí entraréis en "Preferencias" y seleccionaréis la opción de "Dejar sin filtrar los resultados de mi búsqueda". Y no, no me importa en que puto idioma tengas configurado el google, si puedes leer esto, se supone que puedes entender la sencillez de estas instrucciones.



Paso 3: Volvemos a google y tecleamos la temible palabra para buscar



Y la palabra es...



Spiderman



Paso 4: Pulsar "Resultados de imágenes de Spiderman".







¿Como os sentís ahora?


¿Que porqué hago esto? ¿Que si soy un cabrón? ¡Claro que si! Lo que pasa es que a veces, os confiáis y tengo que recordároslo.



Hala, semper fi.


Ukio

miércoles, 1 de octubre de 2008

El rápido.

Como era de esperar la vida sigue su curso, y la muerte es parte de este. Hay quien dice que ni siquiera es un final, sino un nuevo principio. Yo no lo se, pero quien lo sabe desde este sábado, es Paul Newman.
Ya escribí sobre él hace unas cuantas semanas, tan pronto como supe de su cancer terminal. Sin embargo, ahora se ha ido, como tantos otros grandes actores que encontraron su fin (algunos prematuro, como Heath Ledger) este año. Aparte del ya mencionado actor australiano que conocí en la película "10 razones para odiarte", donde interpretó a ese macarra que yo quería llegar a ser, aunque sin ese fondo romántico, murieron también Charlton Heston (le den por culo a la NRA, yo siempre me acordaré de Taylor maldiciendo a las guerras y las bombas en "El planeta de los simios"), Roy Scheider (Protagonista de Tiburón, entre otras), y seguro que hay uno al que estoy olvidando, tengo esa incómoda sensación.


Hoy retomaré la olvidada y querida por mí etiqueta de "Bastardos", y os hablaré de "Fast" Eddie Felson, personaje que fue interpretado en dos ocasiones por Paul Newman: La primera en 1961, bajo la dirección de Robert Rossen. En español salió como "El Buscavidas" aunque su título original es "The Hustler" (se le hace homenaje en la camiseta que lleva el protagonista en la partida final de "Última Jugada"). En ella, Eddie Felson es un joven e invencible jugador de billar, testarudo y pendenciero que busca la gloria y la quiere ya. Ello le lleva a enfrentarse en una partida que dura toda una noche contra Minnesota Fats, interpretado por Jacky Gleason. A lo largo de la historia se enamorará de Sarah Packard (Piper Laurie) y se aliará con un jugador de poca ortodoxia moral llamado Bert Gordon, interpretado por George C. Scott.




La peli es una joya, en blanco y negro. La vi porque había visto "El color del dinero" y quería más billar.

En esta segunda peli, dirigida por Scorsesse, Eddie Felson es viejo y se gana la vida suministrando licores a diversos locales, hasta que en uno conoce a un joven y prometedor jugador de billar, llamado Vincent Lauria (Tom Cruise. Si, lo se, la peli no es perfecta), y a su novia Carmen (Mary Elisabeth Mastrantonio). Felson se aliará con ambos para ir timando a la gente, perdiendo partidas y subiendo apuestas antes de empezar a romper y ganar todo el dinero posible, pero Vincent es impulsivo y testarudo: Él no sabe perder para ganar dinero. Él solo sabe ganar partidas, una y otra vez, cosa que frustra a Eddie, ya que intimida a los jugadores acaudalados, con lo que se quedan sin chollo.
Esta película tiene dos grandes puntos a mayores, que son una banda sonora de lujo, y una buena selección de secundarios, de entre los que destaco a John Turturro y a Forest Withaker. Incluso hay un cameo de Iggy Pop.




Puede que estas no sean mis películas favoritas de este actor, pero si es el personaje favorito de todos los que ha interpretado, así como uno de los más característicos. Sin embargo, el mejor momento de cine que le recuerdo es en Camino a la perdición, de Sam Mendes, cuando dice a Tom Hanks "Hay una cosa cierta, y es que ninguno de nosotros verá nunca el Cielo", a lo que Hanks responde "Mi hijo si".




Asi que adiós... Semper fi, Paul.


Semper fi, gente...


Ukio